viernes, 31 de agosto de 2007

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Por Daniel Amiano
LANACION.com Deportiva Viernes 31 de agosto de 2007

jueves, 30 de agosto de 2007

"Crónica Deportiva, fecha 30", Nando.

El Gigante de Ocampo fue testigo del capítulo número 30 de la temporada 2007. Partido trabado y parejo en el primer tramo, el desarrollo encontró otro cauce a partir de una falta de entendimiento en la última línea de la Azul y Blanca. Capitalizada la misma por la Orange, derivó en bajón anímico para aquellos y consiguiente goleada a favor de la Naranja. Triunfo justo aunque quizás un tanto excesivo en las cifras del marcador.

Calificación.

Azul y Blanca.

Nono: Eficaz bajo los palos. Intentó revertir la suerte de su equipo dejando la portería en manos (metafóricamente hablando) de Sergio. Se lo notó vehemente y decidido, hasta que la doble marca que le impuso el conjunto rival terminó por desalentarlo. 6 puntos.

Sergio: Desconocido. Faltó su habitual despliegue (algunos le recriminaron la falta de precalentamiento) y el remate al arco que lo caracterizan. Cuando se hizo cargo de la valla olvidó que el reglamento lo habilitaba para el uso de sus extremidades superiores. Terminó el partido demacrado, despertando preocupación entre los presentes. 4 puntos.

Calo: Este cronista debe ser sincero. No habituado a tomar nota mental de los pormenores del partido, no registró ninguna acción para el recuerdo ni para el olvido del jugador en cuestión. Deduce, por ende, que su desempeño no fue más que regular. 5 puntos.

Tomás: En el inicio del partido sorprendió y sorprendióse con la concreción de dos goles que pusieron en ventaja a su equipo. La extrañeza ante este arranque fulgurante, así como la preocupación por mantener su pañuelo lo más "cool" posible, lo fueron sumergiendo en la intrascendencia. 4 puntos.

Martín: No gravitó como en los últimos partidos. Pareció faltarle un socio a quien destinar sus sutiles habilitaciones. 5 puntos.


Orange.


Nando: Tarea sobria bajo los palos. Encomiable restricción del uso de los pies como método seguro para evitar contraataques rivales. 6 puntos.

Quiroga: Uno de sus mejores partidos del año. Generoso en la marca, creó jugadas y concretó goles. Por si fuera poco, sancionó con criterio la falta recibida al borde del área rival. 8 puntos.

Diego: Fue el pulmón que necesitaba el equipo para cubrir los distintos sectores de la cancha con solvencia. Incomprensibles ataques de inspiración lo llevaron a recurrir al taco, que no fue ni lujoso ni efectivo. 6 puntos.

Ireneo: Tuvo entrega y fervor. Se le recrimina el haber procurado dominar, maniatar y adormecer la pelota antes de ensayar el remate al arco. 5,50 puntos.

Junior: Entreverado con su propio cuerpo, puso la cuota de juventud que el equipo precisaba. Contagiado por Diego también recurrió, con idéntica suerte, al taco superfluo e improductivo. 5 puntos.


Concluyó así una nueva jornada futbolera dejando a todos la sensación de un déficit en el armado de los equipos, la nostalgia por la ausencia de algunos valores que forman parte del acervo de Ocampo, y el deseo de apresurar los días para que llegue el momento de encontrarnos nuevamente disputándonos la posesión del balón.