La semanita se vino con
lluvia, tiempo fresco, cambiante, intermitente y con la celebración del día de
la madre. ¡Nuestras felicitaciones para cada una de ellas!
Mientras seguía diluviando, aparecieron empapados los
muchachos. Faltaba uno y nos arreglamos con un 4-5 de reconocimiento.
Antes de la llegada del hábil Nico, compartimos un
picadito de 4-4 para calentar los motores.
La llegada del mencionado modificó la composición de las
escuadras.
Rojos con 4 y Azules con el hombre de más.
Veamos: el doparti fue entretenido, muy parejo en su
primera mitad, con espacio para trasladar la bola, asistir y rotar. Ida y
vuelta. Contragolpes furtivos y buena gestión de los goleros.
Evocamos a un Loco no tan Loco (observado de cerca por
sus 2 hijos), controlado en sus exabruptos orales y con ganas de jugar. Estuvo
muy bien acompañado por Carlitos y por la base que llevó a cabo el Nono. Y
nuestro joven maravilla, el señorito Rodrigo, fue de menor a mayor hasta emular
las endiabladas gambetas y definiciones de Messi. El pibe marcó claramente la
diferencia.
Pero tiempo al tiempo. Digamos que los Azules no supieron
aprovechar ese hombre de más. Pedro, que fue de mayor a menor, trató de
organizar el caos. Fabián hacía lo que podía, pero era desbordado en velocidad.
Maxi y su amigo Nico (debutante en Ocampo) trataban de domar al balón y jugar
con buen tino. En los primeros minutos se notó que era fructífera esa
intención.
El tema allí fue nuestro Nico, el re-conocido Nico, que
debe LEER la situación con el hombre de más y sacar provecho con rapidez, sin
abusar de las gambetas, tantas veces innecesarias. Y ojo que, no obstante, jugó
un buen partido.
En la segunda mitad, los Rojos dieron cátedra, se
acoplaron bien las filas (bien pensadas por el Loco, el estratega) y los goles
caían como el agua del cielo.
Rodrigo se hizo un festival personal con 3 goles
antológicos. En uno se marimbeó a toda la escuadra (con golero incluído).
El Loco afilaba la punta de su botín, Carlitos no
aflojaba y el Nono se hizo cargo de la salida hasta más allá de la mitad de
cancha.
Los Azules, con el hombre de más, eran contragolpeados y
dejaban huecos libres que fueron servidos en bandeja para delicia de los
inspirados.
Por este motivo la diferencia final se estiró hasta la
media docena de goles.
¡Inapelable!
Nuevamente celebramos el fair-play y el buen nivel de
juego.
Cotejo ameno, con garra, cabezas bien altas, asistencias
encomiables y punzantes definiciones.
Vayamos a la reseña:
Azules:
Pedro: Empezó jugando y dejó a Mr Magoo en el arco
(nuestro Nico). Luego ocupó su puesto y empezó muy bien. El problema es que
quedaba solo y lo vapulearon sin piedad. También tuvo su cuota de cagadita en
una salida en falso, pero hizo lo que pudo. No fue oído por los muchachos
azules.
6, 60 puntos.
Fabián: El hombre recio logró consustanciar una sola
pared como la gente con Nico. Luego tuvo muy buenas intenciones y pocas nueces.
Se aprovechó de un Nono en el suelo y la tocó por encima. Le salió muy bien,
pero estuvo a años luz del golazo de la semana pasada. Fue superado por los
desbordes rojos.
6, 30 puntos.
Nico: El amigo de Maxi fue de mayor a menor. Fue
promisorio el inicio. Dinámico y con buen pie para el toque. Para la
definición, bue, fue otra cosa. Le falta conocer a los suyos. Cuando entre en
ritmo será de temer.
6, 80 puntos.
Maxi: Este sabe, se desmarca, asiste, intenta y tiene una
obsesión: patearla al pecho del golero que lo achica. He aquí la falencia.
7 puntos.
Nico: Nuestro portador de magia no desentonó, logró goles
bonitos y algo más. El tema es que suele marcarse a sí mismo y ni cuenta se da.
Desaprovechó los espacios libres para le hombre de más.
7 puntos.
Rojos:
Nono: Muy atento en el achique y en cubrir las llegadas
del rival. Sólido en la salida.
7, 70 puntos.
Carlitos: Un bastión. Acertado en los anticipos y en la
asistencia. Eficaz en la lucha. Muchacho de Chaca que viene en alza.
8 puntos.
Loco Smith: Amagó con un par de grititos, pero luego
empezó a combinar con sus compañeros, abrir juego, lanzarse por los laterales y
hacer daño. Otro que sabe leer la anticipación del juego contrario. Chicos, el
viejo jugó muy bien y como van a leer esta crónica, le ponemos unas décimas de
más para llegar al…
8 puntos.
Rodrigo: Le costó acomodarse en el inicio. Luego se
relajó, puso tercera, cuarta y quinta y para qué te cuento. Goles de cualquier
calibre y un Chamigazo cantado.
10 puntos.
La jornada fue tranquila, con destellos y promesa de más.
Distendidos y bien comidos los muchachos.
El cronista recuerda que en la ocasión anterior los
hermanos Sánchez fueron Premio Chamigo compartido con 9 puntos. Y no olvidamos
el golazo de Fabián de la Rúa.
Ahorita las recomendaciones:
Film: “El cartero llama dos veces”, de Bob Rafelson.
Libro: “Contra el arte y otras imposturas”, de Chantal
Maillard.
Música: “My passion for the piano” de Arturo Sandoval.
El cronista se despide con abrazos para todos.y un
reclamo: la opinión de ambos hijos del Loco.
¿Estuvo bien, Rodolfo?
Autor: Nono.