martes, 27 de octubre de 2009

"LOS UNOS Y LOS OTROS"

El cronista arriba al sitio indicado y, a medida que iban llegando los participantes, se encontró con la novedad de su propia ausencia, según interpretación de Fabián e hijo, a quienes les aclaro que “soy yo nomás, a mi pesar.”
La cuestión fue un malentendido, ya que Cha-lyyy no fue de la partida y arribó un nuevo De la Rúa (el púber Rodrigo). Luego el Loco llegó a tiempo para sumarse al cotejo.
Digamos que se planteó un 5-6 al cual estamos acostumbrados.
Digamos que se produjo un inédito partido dividido claramente en dos partes de asimétrica duración.
En la primera parte (unos 20 minutos) asistimos a una soberana paliza de 9 a 0.
Es literal, señores...
Los azules tomaron la rienda por las manos, se plantaron de contra, con dos de fondo custodiando el arco y numerosos contragolpes furtivos que hicieron mella en la endeble (¿o inexistente?) defensa roja y las irregularidades iniciales del portero.
Para destacar el funcionamiento integral de los azules, la potencia del Loco, un Ale S parado de fondo y con descarga, más la combinación padre-hijo y los anticipos del golero azul.
Un festival de goles que nunca he visto.
Claro, los rojos pedían colaboración, atención defensiva, alguna distribución del juego y ayuda a la diosa fortuna.
No había caso: la ráfaga fue demoledora e impiadosa.
Con el primer gol rojo tomaron conciencia del jugador de más y aprovecharon el pequeño envión anímico para estabilizar la debacle.
Y lo lograron.
Supieron abrir los laterales, pararse de otro modo, aprovechar el hombre de ventaja para llegar con pelota dominada y hacer el clásico2-1 en los últimos metros.
Entre pitos y flautas, descontaron la ventaja un par de veces a 4 goles.
Debemos considerar que el natural cansancio de los azules ante la pródiga producción inicial fue previsible.
No obstante, supieron regular el cotejo y culminar una merecida victoria por 5 goles de diferencia.
¿El doparti?
En suma fue intenso, con baile de orquesta que fue recompensado por la levantada anímica y futbolística de quienes nunca se entregaron y ofrendaron su amor propio con dignidad.
A continuación los puntajes:


Rojos:

Nando: Este muchacho anda enredado en su ciclotimia.
Se comió un golcito de biógrafo (masita mordida ejecutada por el Loco) y arriesgó en alguna salida.
No obstante, luego elevó su nivel y se lució en más de un mano a mano.
La pregunta es: ¿Hubo empujoncito de Rodrigo?
Tb se le ocurrió salir a jugar y dejar a Clemente custodiando el arco.
5, 90 puntos.


Calo: La saeta estaba desbordado al comienzo.
Se le metían por todos lados las flechas azules.
Luego supo ubicarse mejor, pasar al frente y definir las pocas veces que pudo con acierto.
Tb de menor a mayor.
6 puntos.


Comandante: El jugador fino empezó perdido.
De a poco se reubicó en zona y se lanzó al ataque con precisión.
Eso sí: sospechamos que ha fumado y tomado café a rolete en la semana.
Lo mejor de él apareció sobre el final.
6 puntos.


Pedro: El muchacho rendidor tb fue irregular en este partido.
De todos modos, mejor en la defensa que en la proyección.
Intercambió demasiadas palabras con sus compañeros (no las oí, pero era fácil suponerlas).
En el arco...digamos que sólo hubo un arco.
5, 90 puntos.


Ale Q: Fiel a su costumbre, las luchó todas y una más...
Metió gamba y garra, definió como pudo y estuvo bastante bien.
Por supuesto, el vicio de la horizontalidad tb hizo su irrupción.
7 puntos.


Carlitos: Según sus propias palabras, en el primer intento de remate al arco se resintió una vieja dolencia.
Y se notó...
Trató de salir del desconcierto generalizado y se mandó por el lateral izquierdo en forma compulsiva.
Acertado al defender e impreciso al definir.
6, 70 puntos.


Azules:

Nono: Fue salida del equipo y supo cortar avances rivales por anticipación.
Seguro y con reflejos.
Cuando pudo (apenas una vez) se mandó al área contraria con asistencia.
7, 90 puntos.


Ale S: Hombre inteligente que supo leer el partido y se ubicó en el fondo con salida de contra.
Fatal en los primeros minutos.
Sin destacarse en la marca, cumplió en defensa y se proyectó con rapidez.
8 puntos.


Fabián: Nuestro hombre recio se pliega al culto del tiki-tiki cuando juega con su hijo-socio. Y lo hizo muy bien tanto en defensa como en ataque.
Fue autor de un golazo.
El gol Chamigo del domingo.
7, 80 puntos.


Rodrigo: El púber hizo lo suyo, con sutileza y cabeza levantada.
Dejó su estampa en paredes (algunas de primera) y siempre intentó el juego vistoso y limpio.
Bien, pibe...
Vas por el buen camino.
7, 80 puntos.


Loco Smith: El delantero neto defendió con uñas y dientes.
Decisivo en los numerosos goles convertidos.
Por momentos faltó serenarse y mirar el arco antes de la estocada final, pero cumplió con una muy buena faena.
Eso sí: dejó algunos grititos estampados en los tímpanos del prójimo.
8 puntos.




Ha sido un cotejo de imprevisibles características.
Destacamos tanto la superlativa capacidad de definición de los azules como la reacción oportuna de los rojos.
Debemos renovar los nuevos mandatos:
1) El Comandante y Quiroga no deben jugar juntos NUNCA MÁS (¿no será mucho?)
2) Le reclamamos a Fabián que defina su esquema de juego (con o sin hijo).
3) Aunque luzca su fina cintura actual, Pedrito NO VA bajo los 3 palos. Ésa suplencia le ha sido asignada a Calo.
4) Que Nando salga lo imprescindible de su sitio (es decir, que no lo haga).
Destacamos, como es costumbre, la entrega de cada cual.
El cronista les desea una muy buena semana, venturosa y apacible.
Fuerte abrazo del cronista crónico.


Autor: Nono