martes, 23 de marzo de 2010

"Cosa de mandinga"

- ¿Y? ¿qué onda el partido?
- Todo bien. Estuvo intenso, entretenido, cambiante y …extraño.
- ¿Por?
- Te explico: fuimos 10 titanes para armar un 5-5 de costumbre. A pesar de la ausencia de los Sánchez, uno llegó tarde.
- ¿Quién?
- Un amigo de Pedro: Fabián se llama. Es quemero y juega abajo, de defensa, se manda y es recio.
- ¿Qué tal está?
- Bue…digamos que se armó un cruzado entre Rojos y Azules.
- Hay...mi color preferido.
- Ajá. Lo cierto es que en un lado atajaba Ale S y en otro el Nono.
- ¿Nono? ¿Qué edad tiene?
- Dejalo ahí. La cuestión es que el balón empezó a girar y los Azules se mostraron más certeros y eficaces. El doparti parejo, bien parejo. De ida y vuelta con numerosas opciones para cada lado. Los arqueros se lucían y unos muchachos coreanos imprimieron el ritmo deseado para tomar alguna ventaja, acelerar el juego y dejar libre al tal Fabián para medirle al arco.
Uno que se llama Quiroga intentó seguir el ritmo y empezó a tirar tacos y pases de espalda sin el destino deseado. No obstante, los Azules llegaron a 2 goles de ventaja. El Loco hacía de las suyas y combinaba muy buenas definiciones con goles que no debió perderse.
- Por algo le dicen así, ¿no?
- La cuestión se modificó sustancialmente cuando el buen golero Rojo (aunque se comió uno de corner ejecutado por Quiroga) dijo basta para mí, dejo la valla, se la dejó a la saeta y le dijo al Loco empecemos a calentar motores. Y así fue…la máquina roja hilvanaba juego con Cha-ly desde abajo, quien pivoteaba y armaba el juego. La dupla de los delanteros rojos fue de temer y llegaban por todos los flancos. El elenco de tu color preferido tenía en Nando una sólida posición defensiva.
- Podrían decirle Fer…
- Sí, tb le dicen. La cuestión es que dieron vuelta el cotejo y fueron feroces los ataques ante una endeble defensa azul un tanto desconcertada, causa por la cual el Nono empezó a putea…digo, a ordenarlos con dispar efectividad. Los rojos obtuvieron 3 goles de diferencia y se avecinaba lo peor desde el sentido común.
- Que no existe, claro…
- Escuchá y hacé silencio. ¿Dale? En el team azulado los hermanos Antonio y Jonathan (ssshh, silencio dije) se acordaron de rematar al arco, pararon mejor la pelota, levantaron la sabiola y acertaron los pases medidos. El Quiroga se envalentonó, Fabián se proyectó con mayor frecuencia, no perdía pelotas y todos empezaron a empujar, a inclinar la cancha por impericia del rival. Según algunos, por responsabilidad del Loco que siguió haciendo goles, pero tb siguió perdiéndoselos, sin dejar de acelerar el tranquilo y seguro ritmo de su equipo. El Nono se lanzó como salida, atajó varias y alentó el adelantamiento de los Azules. Cosa de mandinga, pero se llegó al imprevisto empate a fuerza de voluntarismo puro. Sólo quedaban minutos, o pocos segundos, cuando un corner dejo boyando el balón sobre la línea y nuestro Fabián selló una victoria inverosímil por la mínima diferencia.
- Che, ¿sólo ustedes leen estas cosas?
- Tb suele acoplarse un tal Jorge, que es el encargado de Ocampo e hizo sonar la chicharra que decretó la victoria del Azul.
- ¿Y quiénes más jugaron?
- Calo, es decir, la saeta, al que nombré. Este muchacho se abocó a la defensa y al arco. Podría decirse que el gol del empate sobre la hora lo ubica como responsable de un tiro atajable. Fue un gol con efecto desmoralizador. De ahí que Nando, a la manera de Abel Alves (no preguntes, porfis), lo extrajo de los 3 palos y se puso los guantes en los segundos finales con la mejor de las intenciones. Luego tuvimos la charla del tercer tiempo, con aroma a tigre de la Malasia, cotejamos impresiones, pagamos (dicen que hubo algún avivado) y cada cual a su rancho.
- ¿Es cierto que los calificás?
- Y con reseña breve. Ahí va…

Rojos:

Ale S: Buena tarea en el arco, pero aún mejor como delantero. Se lució en varias jugadas y encuentros con Cha-ly y el Loco. A pesar del desgarro intercostal, puso su cuota de entrega y definición.
8 puntos.

Calo: La saeta hizo lo que pudo en defensa y tb en el arco. No desentonó, pero fue asediado en ambos lugares. A veces resolvía con ansiedad.
6, 30 puntos.

Nando: Sólido en defensa. No la rifó, ni se sumó al vértigo que deseaba imponer el Loco. Correcta su función. Atajó en los minutos finales.
7 puntos.

Loco: Fue decisivo, a pesar de sus vaivenes ante el arco. Hizo muchos goles y siempre se desmarcó. Su apuro innecesario y los goles perdidos restaron brillo a su faena.
7,60 puntos.

Cha-ly: El tipo está en estado, ordena los hilos del equipo, traslada con criterio y busca los espacios libres. A pesar de los fasos, puede…
7, 80 puntos.

Azules:

Nono: Laburó como negro en minas de diamante. Lo zarandearon por todos lados, con violencia, con precisión y con ímpetu. Respondió bastante bien, con reflejos y anticipo. Cuando lo dejaron, se mandaba con pelota dominada y arremetía. Fueron pocas esas oportunidades…
7, 90 puntos.

Fabián: Como defensor fue un muy buen delantero. El hombre sabe jugar por un lateral, abrir los ojos, habilitar al desmarcado y suele darle de lo lindo al arco. Tuvo desaciertos en los pases en la primera mitad.
6, 90 puntos.

Jonathan: El cronista apela a su desconcierto con estos jugadores. Durante gran parte del cotejo fue tímido, no arriesgaba una, siempre con pase hacia atrás y no se mandaba. La faltó atrevimiento (aunque recordó clases de Arte Marcial en una doble maniobra con piernas sin llegar a la falta). En los minutos finales lo hizo y fue decisivo.
6, 90 puntos.

Antonio: Su hermano mayor. Aquí hubo dominio del balón, intentos múltiples de paredes con Fabián y Quiroga, y luego se acordó de rematar al arco contrario. Lo hizo bien.
7, 50 puntos.

Quiroga: El joven calesitero empezó a 440 voltios y luego reguló energía y precisión en pases y definiciones. Señores: hasta ordenó el equipo con criterio.
7, 70 puntos.

- Qué decís?
- Luego de lo que me contaste, vas a escribir la crónica.
- Eso intentaré. Siempre es necesario alentar a cada uno, agradecerles la función, decirles que el resultado no fue justo. Tampoco hubiese considerado justo el empate, pero el fútbol provoca estas extrañas circunstancias. Insisto en la puntualidad para no esperar minutos de más y en asegurar que lo de aquella tarde en la que se inició el otoño sucedieron cosas de Mandinga. Antes de oír la pregunta de ella, ustedes sabrán responder con sus indelebles comentarios. Desde su hogar el cronista envía un fuerte abrazo. Y que sea extensivo a los ausentes tb.

Autor: Nono