martes, 25 de octubre de 2011

"Operación Masacre"

El domingo fue precedido por una semana pletórica en acontecimientos de distinto tipo: la captura y muerte del “raís” en Libia, la promesa de regreso del Dr. Sasso , la finalización del mundial de rugby, el abandono de la lucha armada por parte de Eta, la circulación da las fotos íntimas de Scarlet Johansson (difundidas por un generoso “ hacker”, y que tenemos la delicadeza de compartir con nuestros lectores), etc, etc, etc.

El título de la crónica podría ser entendido como una alusión a la obra homónima de Rodolfo Walsh, como una descripción del truculento fin de Khadaffi (Pedrito se lamentó de que no hubiera tenido el buen tino de Saddam, para encontrar un clon que sufriera las consecuencias de sus actos), o como una metáfora del triunfo de Cristina sobre una desarticulada oposición.

Este cronista, sin embargo, prefiere recurrir a esa imagen para sintetizar lo que fue un desigual partido. Antes de adentrarnos en el desarrollo del mismo es preciso aclarar que Diego Ernesssto nos dejó con la ilusión de volverlo a ver en Ocampo, alegando una dudosa gripe. Esto disparó el aceitado mecanismo de búsqueda de reemplazos para, finalmente, terminar siendo once jugadores, debido a la sorpresiva y grata asistencia del “Comandante” Cigorraga.

Entre los “players” se contaba el desequilibrante Rodrigo, por lo cual se procedió a armar una escuadra de cinco integrantes en torno a su figura, para enfrentar la superioridad numérica adversaria (en la cual se encontraban un par de jugadores que suelen militar en el “team” de las estrellas). Para conformar el equipo azul se utilizó un criterio más bien amical: se decidió reunir a Carlitos con sus reclutados (Catella y Maxi), a los que se sumaron Nando en la valla y el mencionado De la Rùa junior en el ataque.

El trámite del encuentro tuvo siempre en ventaja a los de rojo. Se especulaba con que el cansancio de sus más veteranos jugadores, el amateurismo de Pedro en el arco y la habilidad de Rodrigo podrían producir el necesario equilibrio, pero no fue así. Los colorados tuvieron buen juego colectivo, sacaron provecho del hombre de más y contaron con un afortunadísimo Bocha. Los azules, en cambio, tuvieron a Nando en una de sus tardes más flojas, y el poco compromiso de la tríada Carlitos-Catella-Maxi a la hora de marcar, dejando por demás aislado al joven delantero.

Así planteadas las cosas, no sorprendió que el resultado se estirase hasta un aplastante 7 a 0. Los azules se negaron reiterada y tozudamente a realizar cambios hasta que, a diez minutos del final, Catella pasó al bando rojo y Quiroga para los hasta entonces perdedores. Entonces sí, el curso tomó otro cariz, hasta reducir la ventaja a un 3 a 0 (dado que la mezquina actitud de los rojos exigió, a cambio del enroque, la conservación del score anterior).

Rojos:

Pedro: combinó dosis masivas de suerte con impecables reflejos y un patético pedido de “la hora” cuando su combinado se imponía “solamente” por tres a cero. 7 puntos.

Ariel: imparable. Tuvo mayor resto físico que en anteriores ediciones, lo que lo tornó aún más desequilibrante; letal con el remate de media distancia. 8 puntos.

Fabián: volvía de una convalecencia pero no estuvo por debajo de su nivel. Entrega y reclamos varios para promediar una aceptable tarea. 6 puntos.

Calo: el desconcertante jugador (tal como lo definiera Jorge) estuvo enchufado. Dió certeras asistencias y llegó a posición de gol aunque, hasta donde recuerdo, sin anotar su nombre en el marcador. 7 puntos.

Martín: portador de un inocultable sobrepeso, se lo vió arribar con alegría a la celebración del ritual semanal, del que se ausentaba hace tiempo. No acusó la falta de competencia. 7 puntos.

Quiroga: inspirada jornada del hincha azulgrana. Goles de gran factura , que lo hacen merecedor del “Chamigo” de la fecha. 9 puntos.

Rojos:

Nando: floja labor. Cómplice en varios goles recibidos, y exacerbado crítico de sus co-equipers. 4,50 puntos.

Carlitos: el corte de pelo pareció menguar las fuerzas de nuestro pequeño “Sansón”. Estuvo muy errático, al punto de ceder pases de gol…a los delanteros contrarios. Luego resurgió a fuerza de garra y amor propio. 6 puntos.

Catella: se lo vió fuera de estado. Lento e impreciso, casi irreconocible. 5 puntos.

Maxi: otro valor en baja, que conjugó desgano con dolores propios de una prolongada digestión. 5,50 puntos.

Rodrigo: no lo abastecieron como para poder desnivelar a base de habilidad. En algunas jugadas, sin embargo, mostró pinceladas de su interesante repertorio. 6, 50 puntos.

Concluye aquí el repaso de la última jornada futbolera en “Ocampo Wellness Club”. Esperamos, para la próxima, poder contar con algunos históricos que, por diversas razones, se ausentaron en las anteriores semanas.

Agradecemos a Jorge “Minguito” Camogli por su folklórica presencia, y a Iván por acercarnos los resultados a boca de urna del acto eleccionario.


Autor: Nando