martes, 16 de noviembre de 2010

"La tarde de los pibes"

Luego del paso de Paul Mc Cartney y los Jonas Brothers por el Monumental, llegamos a otro domingo pasional en las instalaciones de Ocampo. Primaveral y templada la ocasión. Propicia para desglosar este bonito juego del balompié.
Supimos que habían 10 anotados y fuimos 10 los partícipes del ágape. Mientras arribaban los muchachos (el Loco una vez más el último en llegar), intercambiamos impresiones de la semana, tensiones acumuladas, situaciones compartidas y expectativas renovadas.
De buenas a primeras van los Azules para un lado y los Rojos p’al otro.
Llega el Loco (¡Hola chicos!) y arranca la contienda.
(¡Pasala para acá!)
En la primera mitad podríamos afirmar que hubo neto dominio rojo sin que la diferencia se volcase al marcador.
(¡Pero qué choto que soy! ¡Mirá el arco!)
Evocamos muy buenos encuentros entre Sergio, un inspirado Simón y una exasperante ciclotimia del Loco Smith, apoyados por un hombre recio (Fabián) y otro muy activo en la salida (Nono).
(Es por acá o por allá, por acá o por allá)
Los Azules salieron fríos al juego, sin el necesario precalentamiento, con llamativos pasos en falso entre Nando y Calo (sobre todo a la hora de la entrega). También fue llamativo el modo en que los rojos desaprovechaban esos “regalitos” continuos.
(No puede ser, la puta madre, choto, soy un choto…)
Por el bando azul sólo habían chispazos de Quiroga y Ale S, acompañados por el joven maravilla llamado Rodrigo, que fue de menor a mayor.
(Soy un hijo de puta, pegale arco).
De modo paulatino fue acrecentándose la diferencia a favor de los rojos, con pasajes memorables en algunos toques de primera. No se entusiasmen: sólo de a ratos. Llegaron goles de muy buena factura colectiva y otros de aprovechamiento ante la abierta defensa azulada.
(¡Gooool, carajo! Bien Sergio, bien Nono…)
El joven Simón sacó provecho de sus 18 años, quebró cintura, enganchó para un lado, luego para el otro, pasó entre dos y la colocó junto a un palo.
(Así Simón, golazo)
El Loco estaba…imposible.
Un grito detrás del otro, una puteada detrás de la otra y de vez en cuando algún elogio.
(Qué es ese pase, Sergio, no te entiendo, estoy acá)
El doparti era un desparramo de imprevistos. Jugadas de alta gama con pésimas resoluciones y errores al por mayor entreveradas con notables definiciones. Paramos un ratito para tomar agüita y seguimos.
(¡Nooooooooooooooooo…, no puede ser!)
Ale S jugó retrasado para dar una mano en defensa y salir de contra. Quiroga no estaba en su mejor tarde y el pibe Rodrigo empezó a gravitar cuando los rojos llegaron a sacar 5 goles de ventaja. Decisiva esa diferencia, mientras los Azules encontraron su lugar en el mundo y los rojos nunca lo hallaron. He aquí otro hecho inaudito. La escuadra vencedora arremetía, se adelantaba y buscaba mayor diferencia, dejando atrás espacios vacíos que fueron bien aprovechados por la habilidad y sapiencia del otro joven.
(No nos regalemos, así no, carajo, estamos ganando y nos apuramos)
En eso tuviste razón, Loco.
(¡Pero qué mierda les pasa! Tranquilos viejo).
También recordamos memorables gambetas de ambos jóvenes, una gran maniobra individual de Rodri, un pase maestro para la solitaria cabeza de Quiroga y un final preanunciado con ventaja roja de 3 goles cuando sonó la chicharra de nuestro Jorge.
(No puede ser, cómo se adelantan así, ¿qué les pasa?)
Loco, ya terminó el partido.
(Es que no nos supimos parar).
Y el buen hombre seguía chillando.
¿Polémicas? Sí, al cabo de un centro a la sabiola de Sergio, rechazada por Nando, se cobró una falta a Sergio, cuando éste acusó el golpe del golero y se calentó. Duró 3 minutos la calentura, al igual que su recordada erección.
(¡Estoy re-caliente, Nando! Ojo, eh…)
Luego las fricciones de siempre, alguna gamba peligrosa y pocas cositas más en un partido muy irregular y de previsible desarrollo casi desde el comienzo.
(¡Así no! Si estoy solo acá)
Ya terminó, Loco. Pero para el Loco nunca terminó.
(Si pensábamos lo ganábamos por 8 goles).
Ya está, y ya terminó.
¡BASTA!
Finalmente regresó el buen humor en el tercer tiempo. Hasta nuestro Simón se animó a decir que lo marcó y borró a Ale S. ¡Un irreverente! Jorge repartió sus conocidos dardos y el Loco seguía monologando con su conciencia. Fabián muerto y agotado, al igual que otros, y la intacta promesa de seguir celebrando este ritual para la próxima ocasión.
Las reseñas:


Azul:

Nando: Digamos que fue el termostato del partido. Un comienzo plagado de errores recurrentes en la entrega que luego fue subsanando con achiques y tapadas oportunas. Una fue antológica, con salida para el compañero desmarcado. Altibajos al por mayor.
5, 60 puntos.

Calo: Repite el esquema. Numerosos errores en la salida y oportunos anticipos en defensa. Una de cal y otra de arena.
5, 50 puntos.

Quiroga: Entrega absoluta de quien no supo bajar un cambio, levantar la cabeza y habilitar rápidamente al compañero libre. Enredado con el balón, pero por momentos preciso a la hora de definir.
6, 80 puntos.

Ale S: A no confundirse. Este jugador se replegó, dio una muy buena mano en defensa e hizo lo que pudo en contragolpe. No fue explosivo, pero colaboró en un equipo muy errático.
7, 40 puntos.

Rodrigo: De menor a mayor. Al comienzo no supo soltarla y encontrarse con sus aliados. Luego fue calentando motores y le sacó lustre al balón en los últimos minutos.
7, 80 puntos.


Rojos:

Nono: Sólido en el arco y muy activo como un defensor más.
7, 50 puntos.

Sergio: Un muchacho que hizo de la regularidad su lema. Carrilero viejo que supo aliarse con el Loco y Simón. Apenas alguna que otra distracción en defensa.
7, 40 puntos.

Fabián: El hombre recio ha regresado, las pelea a morir y no deja pasar una (mete mano, codo y presión). Encomiable su entrega. También la amenaza al hijo.
6, 80 puntos.

Loco Smith: Insoportable y sanseacabó. Lo demás está a la vista. En la próxima habrá previa entrega de sedante.
7, 40 puntos.

Simón: El joven se pavoneó hacia un lado y hacia el otro, anticipó, asistió con criterio, definió con soltura y se lo vio contento. Premio Chamigo a su despliegue.
8 puntos.


Dejamos a un lado la lunática jornada de ribetes bipolares con presencia de un juego más dinámico que preciso. Excelentes intenciones atenuadas por la impronta de una progresiva edad que no sintoniza del mejor modo entre lo que dicta el cerebro y lo que pueden las piernas.
Como de costumbre, aplausos para la entrega y el hambre de todos.
Fuerte abrazo.
Dejo las recomendaciones:
Film: “Mi familia” (en cartelera de cine durante estos días).
Libro: “Libro del desasosiego”, de Pessoa.
Música: “Havana café”, de Paquito d’Rivera.


Autor: Nono