“La
mente necesita direcciones para el decir y, por ello,
nunca está en el centro y nunca calla”. Chantal Maillard
nunca está en el centro y nunca calla”. Chantal Maillard
La
pregunta era insistente, iba y venía, se repetía y albergaba alguna cuota de
esperanza, aunque estuviésemos esperando a Godot. ¿Y Sergio? El cronista hizo
de espejo y se hizo eco del mismo desconocimiento.
En
fin. Los muchachos arrancaron un extraño 4-5 entre 9 participantes.
Fabián
y alguien más intentaron armar algo equilibrado y lo lograron.
Los
azules con Nono, Félix, Quiroga y Marco.
Los
rojos con arquero cambiante entre Camilo, Javier, Fabián, Carlitos y Maxi.
¿Y
Sergio?
Y…mientras
tanto iniciemos el juego y luego lo modificamos. A calentar motores.
El
doparti fue definitivo, o por lo menos, definitivo hasta una lesión impensada
que dejó la cancha, la amplia cancha de Ocampo para 8 contendientes en los
últimos 15 minutos.
¿Qué
decís, Jorge? Sí, que fue parejo. Cuatro contra cinco pero muy equilibrado.
En
verdad, entre nueve la cosa se complica. Hubo vestigios de partido de
pretemporada. Todo ameno, sin gritos ni chillidos. Eso Jorge, semejanza al
viejo picado entre pibes de la Plaza. Sin marcas fijas, con mucho espacio,
ganas de correr y lanzar alguna fantasía, los Márquez con calzados inadecuados
para la práctica del fulvo, Marco entonado con el arco contrario, buscando a
Quiroga y a Félix para dañar a la extraña escuadra roja, con un Carlitos que no
sale de su primavera carioca y tiene la mente en otro sitio. Camilo que
intentaba organizar el caos. Fabián buscaba al socio en Maxi mientras Javier
corría por TODA la cancha en busca del pase justo que nunca llegó.
Es
que este domingo 7 del 7 la escuadra roja estaba engualichada.
De
la Rúa, con pelota dominada ante un arco desguarnecido, se enreda solo y genera
un contragolpe furibundo del rival con gol incluído.
¿Y
Sergio?
Ni
idea, querido.
Luego
nuestro Carlitos corazón se mandó numerosos blooper’s y gestó avances
lapidarios de los azulados. Pero el tipo se había tomado una Garompa, qué
joder. Sonrisas y a sacar del
medio. ¡¡La la la!! Para colmo, en el arco del Nono varios disparos daban en el
poste o travesaño y los rojos ya no lo podían creer.
Eso
sí: todos conversaban con todos y el clima era festivo.
Ventaja
para uno, igualdad y ventaja del otro. Así a cada rato.
Cuando
los azules sacaron su mínima tajada, sucedió lo imprevisto y se nos lesionó
(presunto tirón) Quiroga.
¿Y
Sergio?
Unos
dijeron que pagará la cancha en la próxima ocasión.
Entonces
rearmamos un 4-4 para el último tramo y a empezar de cero.
Mientras
discutían si valía de ahora en más el gol desde cualquier sitio (Maxi sugirió
con buen tino que valiese sólo de media cancha), el Nono tomó el balón y le
mandó un globito celestial a Maxi (que entonces atajaba).
A
empezar de nuevo con nuevo reglamento y listo.
Camilo
se vistió de azul por el lesionado Quiroga.
Y
en esos pocos minutos los engualichados rojos recibieron una paliza de media
docena. Carlitos la siguió regalando y los entonados muchachos, con la suerte
de su lado, no perdonaron.
El
clima distendido permaneció durante los 60 minutos y la pregunta quedó sin
respuesta.
Premio
Chamigo a la escuadra Azul.
Digamos
que podemos destacar el juego colectivo, alguna audacia individual, la rapidez
para gestar contragolpes y pará de contar.
Un
doparti de pretemporada en pleno invierno.
¿Y
Sergio?
Nos
vamos a las recomendaciones para él.
Film:
“César debe morir” de los Hermanos Taviani.
Libro:
“Mi enseñanza” de Jacques Lacan.
Música:
“Greatest Hits” de Barry White.
Se
destaca el espíritu solidario, participativo y jocoso de los participantes.
¿Y
Sergio?
Autor: Nono.