lunes, 14 de diciembre de 2009

Crónica de una tarde inquietante

Poco a poco la ciudad de Buenos Aires recupera la temperatura habitual para el mes de diciembre. Templadito, muchachos, sin quejas. Una tarde agradable en la cual los equipos que luchaban por un título nacional perdieron y un equipito del sur llamado Banfield se llevó toda la gloria por vez primera.
Los felicitamos.
Nosotros vamos llegando a paso lento.
Nos enteramos que nuestro Jorge es asiduo lector de estas crónicas junto a sus comentarios (con anónimos incluídos).
Mientras precalentábamos, hubo un rezagado y fue el Loco Smith.
Nuevamente él...
Como si fuese una profesía autocumplida, un golero encabezó improperios que luego serían desglosados.
La cuestión es que el esférico debía rodar y nosotros con él.
Se armó un 5-5 de azules contra rojos.
Parejito en los papeles y en el césped sintético.
No obstante, los azules se pararon muy bien con dos bien guardaditos en el fondo, uno al medio y el otro arriba.
Los rojos, poblados de mediocampistas y un delantero, no se acoplaron en la primera parte.
Los azules arrancaron con derechos, bien agrupados y compactos al salir de contra.
Obtuvieron una ventaja de 4 goles y nadie podía aducir que no era merecido.
Luego los rojos se dieron cuenta que se podía, con orden y paciencia.
Arremetieron sus llegadas (muchas cubiertas por un golero azul inspirado tanto en la contención como en el desplazamiento hacia el área rival), le pusieron gas al asunto y lo emparejaron.
Encomiable la levantada.
De ahí en más el cotejo entró en terrenos ríspidos, con polémicas decisiones, fricciones y voces altisonantes de todo tipo.
Quedará inmortalizado el dedo de Nando indicándole el Loco hacia dónde iba el balón. ¡Y el tipo le mandaba un chutazo de aquellos!
Con mayor equilibrio y astucia, los azules sacaron un par de goles de diferencia que finalmente sería descontado por una fina llegada roja como víspera de la chicharra de Jorge.
Los azules ganaron por la mínima diferencia en un partido cambiante e intenso, con muchas llegadas, algunos destacados goles y errores al por mayor tb.
Entre paréntesis (y no va por las piernas de Nando), tuvimos un observador de lujo durante la segunda mitad del cotejo.
Luego de bostezar ante las derrotas de Banfield y Newell’s, Jorge se aproximó a un lateral para seguir bostezando con jugadas más cercanas e interesantes.
Quien les dice y promete no sólo ponerse los cortos, sino ofrendarnos alguna crónica para el futuro.
Luego el conocido tercer tiempo, con rostros cansados, jodas habituales y la organización de la cena para este miércoles en Rodizio (Puerto Madero).
Tuvimos una breve reseña del único espectador, matizada con espíritu jocoso.
Aquí el cronista crónico se despide hasta la llegada del Bicentenario.
Siempre agradecido a todos y a cada uno.
Vayamos a la puntuación:


Rojos:

Nando: El muchacho atajó bien, bastante bien.
El problema fueron las salidas en falso y su díscolo carácter al promediar el cotejo.
Tuvo atajadas memorables y cagaditas que había dejado de lado.
Aún seguiremos viendo la dirección de su dedo índice y oyendo las puteadas al Loco y a su defensa.
6, 50 puntos.


Sebastián: Nuestra liebre coreana debe repensar su ingesta de alcohol de los sábados por la noche-madrugada del domingo.
De liebre quedó poco.
Anduvo enredado, auque estuvo presente en varias pelotas divididas.
Definió cuando pudo y como pudo.
6, 30 puntos.


Comandante: Se mantuvo alejado de los gritos y discusiones.
Se dedicó a jugar con criterio e hilvanar pases precisos.
Quizás le haya flatado decisión para rematar al arco.
Regreso del jugador fino.
7, 40 puntos.


Cha-ly: El jugador que me gusssta pivotea de lo lindo.
La lleva de una lateral al otro y busca el espacio libre para asistir.
Sabe darle con tutti al arco y las pelea.
Sin descollar, fue buena su faena.
7, 50 puntos.


Loco Smith: El tipo parece que bajó de peso y luce bronceado campestre, pero sigue revirado con él mismo y el balón.
Es decisivo cuando gana en velocidad y define, pero no le está encontrando la vuelta, así como tampoco entendió las señales de su golero.
Eso sí: fue autor de un golazo desde una posición dificil.
6, 80 puntos.


Azules:

Nono: Le dieron para que tenga. Atajó varios remates a quemarropa, se animó a llegar al arco contario, fue salida y condujo el fondo de su sólida defensa.
8 puntos.


Calo: Estamos en presencia de una saeta que siempre se desmarca, no arriesga, se manda cuando en necesario y, a veces, manda taquitos de asistencia.
Sí señores, lo han leído bien: taquito de asistencia he dicho.
Bueno lo suyo.
7 puntos.


Pedro: Correr y marcar y laburar es su oficio y su marca registrada.
Insisto: no le pidan definir.
Pero transpira la casaca y, con algún resquemor, lanzó limitados manoseos a Cha-ly en un corner.
6, 80 puntos.


Ale Q: ¡Aguante esa capacidad de decidir!
Buenos encuentros con Ale S y se animó a definir.
Muy buen trabajo del flamante Padre.
Peleó todas las del medio y supo mandarla a guardar cuando era indispensable.
8 puntos.


Ale S: El delantero neto cumplió fuera de su habitual rol de definidor y delantero neto. Le dieron para que tenga, pero se levantó y la siguió luchando.
Memorable su pechazo en defensa cuando estaba el arco desguarnecido.
7, 50 puntos.




El doparti fue intenso, sin dudas.
Más intenso que bien jugado, aunque quedaron perlas blancas para el recuerdo.
Alguna que otra cepillada, pero sin mala intención.
A veces elaboramos jugadas que no pertenecen a la edad de los protagonistas por la propia ansiedad del juego.
La polémica giró en torno a un gol anulado.
Fue un tiro libre indirecto que Ale Q, de taco hacia atrás, habilitó al golero adelantado que se lanzó hacia adelante y ejecutó un derechazo al fondo de las mallas.
Según el otro golero, no se entendió la ejecución.
Insisto en la posibilidad de implementar, entre todos, mayor mesura a la hora de tomar decisiones que competen al reglamento del juego.
¡Y claro que se puede!
En las postrimerías del año en curso, este cronista se despide con los mejores augurios para todos los participantes y protagonistas de este deporte popular al que le seguiremos rindiendo tributo.
¡Avanti compañeros!
Fuerte abrazo a cada uno (con Jorge incuído).
Y a seguir celebrando...
Van las últimas recomendaciones:
1) Cualquier CD de Luis Salinas.
2) Volver a ver, con disposición, la saga de “El Padrino”.
3) Un libro memorable: “El último encuentro”, de Sandor Marai.

Cronista: Nono.