martes, 27 de septiembre de 2011

"Iván, el terrible"

Casi 5 siglos atrás se avecinaba sobre la Gran Rusia el nacimiento del primer Zar, llamado Iván, a quien lo apodaron según el modo que tuvo de gobernar esas inacabables estepas.

En el 2011, luego de pelotear y aguardar la tardanza de varios jugadores en el Ocampo de la Pampa Húmeda, en un lugar denominado Argentina, hizo su debut en esa gramilla nuestro pequeño e imberbe Iván criollo.

El cronista no recuerda cuántos miembros se anotaron para la contienda, pero intuye que fueron 11.

A la hora de la verdad, éramos 9.

En principio ideamos un ineludible 4-5 para empezar a calentar gambas y cerebros. Se armaron las escuadras, pero un diminuto asistente dijo aquí estoy, se metió dentro del escenario y se animó a jugar con los vejetes. Fue nuestro Iván Sánchez.

¡Avanti muchacho!

Quedó sentenciado un provisorio 4 ½ - 5 por unos minutitos.

El tema es que por ausencia de uno y excesiva tardanza de otro, el doparti se conformó de este modo.

¿Y qué sucedió?

De entrada picaron en punta los Azules (con el diminuto miembro fantasma) y cierta diferencia técnica a su favor. No obstante, los Rojos le encontraron la vuelta al medio hombre de más y se pararon muy bien.

Bien abroquelados Sergio y Ariel para lanzarse, abrir caminos laterales y achicar la ventaja hasta alcanzar la igualdad. Éste último se mandó un gol antológico a pura guapeza y sapiencia a la hora de gambetear y definir.

De vez en cuando se sumaba Carlitos, de andar ciclotímico, y la cosa se puso fiera para los Azules. Los Rojos llegaron a sacar una tajada de 3 goles que puso alerta sobre el devenir del cotejo. El Nono cada vez salía más, sacó a su jugadores fuera del área, Quiroga y el Loco empezaron a encontrarse y la capacidad definitoria de Ale S dijo “presente” para ir descontando, establecer una nueva paridad y sacar un par de goles de ventaja ante el desconcierto defensivo rojo.

Entre Quiroga y el Loco se perdieron un gol por exceso de toqueteos a escasos metros del arco y no se atrevieron a definir.

Una salvedad: el pequeño Iván supo pararse, cubrir el arco del Nono cada vez que éste salía, achicar y anticipar dos avances temerarios para erigirse en una pieza fundamental de la victoria por la mínima diferencia cuando apareció (¡con 45 minutos de retraso!) nuestro Fabián Dib.

Todos aplaudimos de pie al Terrible y armamos sobre la marcha un nuevo cotejo muy breve que resultó dinámico.

Iván al vestuario, Fabián al equipo rojo y Calo a ocupar la defensa de los Azules.

Ganó en emoción y calidad el cotejo. Fue jugado con esmero y a puro voluntarismo, con dientes afilados y muchas ganas. Aquí levantó su nivel el Loco, sobre todo en defensa y en anticipos. Quiroga buscaba los espacios y Ale S volvió a desplegar su punzante despliegue ofensivo.

Sergio y Ariel estaban cansados, pero Fabián parecía Droopy, luchando en defensa y lanzándose al ataque con mayor ansiedad que efectividad, aunque convirtió un gol de buena factura.

Fue merecida la victoria Azul por un par de goles.

Destacamos la entrega de todos y le volvemos a mostrar otra tarjeta amarilla a Fabián por la tardanza.

Ah…¿perdiste las llaves y no las encontrabas? Marche una segunda amarilla por impericia.

Va una anaranjada a Maxi. Y que se entere…

El domingo a las 19 hs en Ocampo ha adquirido dimensiones vinculadas al misticismo y no se aceptan faltas, que serán calificadas de pecado mortal por el Arzobispo Nono. Y no habrá confesión como atenuante.

A las reseñas que, como es sabido, cuando se juega más de un doparti, irá al azar Baltazar en forma individual. Veamos:

Quiroga: Venía de una lesión y se resintió. No obstante, le tocó la más jodida, con el hombre de menos y luchando denodadamente en el medio. El tipo la amasa, la para, se va para algún lateral, pero abre los ojos y sabe habilitar, hacer jugar y, a veces, definir.

7, 50 puntos.

Calo: Un muchacho que gana en sentido práctico y no arriesga. Fue acechado en varios pasajes. Respondió con criterio.

7 puntos.

Nando: No todos los domingos es carnaval, mi estimado. De todos modos, el tipo rindió. Una regular tarea para quien sufrió lanzazos al por mayor.

7 puntos.

Loco Smith: No ha sido su tarde. Juega parado, pero se para muy bien. Anticipa y roba balones. Levanta la sabiola, pero a la hora de la verdad, definió como el culo. Sí, dije como el culo, Loco. A vos te exigimos, hermano. Y lo evocaré: salvó sobre la línea un gol hecho del rival.

7 puntos.

Sergio: El vejete es un artesano del balón. Lo cuida, pasa bien, se lanza en momentos oportunos y define muy bien. Luego el estado físico mermó. Se destacó su tarea colectiva.

7,80 puntos.

Carlitos: No es el Carlitos corazón que uno quiere. Una sombra fuiste. ¿Acaso obnubilado por los precisos rechazos del hijo? Un jugador de breves ráfagas. Esperamos más del diplomático.

6 puntos.

Ale S: Un destacado. Sabe tomar aire, cambiarlo y aplicarlo en los momentos oportunos. Decisivo en su despliegue ofensivo.

7, 90 puntos.

Ariel: El tipo regresó luego de una prolongada pausa. De mayor a menor. Gran primera parte, con buen uso de la cabeza, asistencias y capacidad para definir. Luego se nos vino abajo. Perdió un gol inadmisible con dos compañeros desmarcados y optó por darle con alma y vida a los caños. Terminó agotado.

7 puntos.

Nono: Muy atento y con gran despliegue en ambos cotejos. Atajó bastante y se lució como un jugador más. Incluso llegó al gol en un momento crítico del doparti.

7, 70 puntos.

Fabián: En esos escasos 12 minutos jugó como si fuese la Final del Mundo. Notable despliegue físico en una tarea vertiginosa que debió regular con cabeza levantada. Promisorio de todos modos.

7 puntos.

Iván, el terrible: Amaneció sobre el mítico estadio una lucecita de metro y medio que no temió a los gigantes. El Goliath se ubicó en su puesto, achicó y defendió con ahínco, supo cubrir al Nono y se retiró ovacionado. ¡Se le da la bienvenida!

10 puntos.

Agradecemos a cada uno su cuota de magia, de ofrenda y de equívocos, como corresponde.

Recordamos que Boquita y las gallinas puntean en sus respectivas categorías.

Y en Río Negro ganó por afano un tal Carlos Soria.

Avanzan los Pumas y sólo se escucha el silencio de la oposición tras las lapidarias Primarias.

A las recomendaciones:

Film: “El árbol de la vida” de Terrence Malick (una Obra Maestra convertida en poema visual).

Libro: “Cine III. La Inmortalidad”, de Juan Martini.

Música: “Sgt. Pepper’s” de los Beatles.

Fuerte abrazo a todos, con Jorge incluído.

El tema es que no me invita más al feca.

Ojalá sea pronto en un bar céntrico y le abriré un micrófono a su voz.

Autor: Nono.