martes, 9 de noviembre de 2010

"Diálogo y disenso"

- Es así, Jorge, el fútbol siempre nos brinda sorpresas e imprevistos, usted lo sabe (por experiencia, pero se lo digo). En definitiva fuimos 11 participantes para la ocasión. Calurosa y pesada la ocasión.
- No empiece con las excusas.
- Son ineludibles cuando se ha cruzado la barrera de los 40 (¿él se acordará de esos tiempos mozos?). Hay que estirar las piernitas, realizar movimientos pre-competitivos, parar un rato a tomar agüita y esas cosas.
- (De maricas, piensa)
- Al fin y al cabo, armamos un 5-5 a la espera del Loco Smith…
- Le digo que no es la primera vez que este muchacho llega tarde.
- De acuerdo. Ya fue reprendido y amonestado.
- (Falta una roja de vez en cuando)
- Lo cierto es que llegó al minuto, se calzó la azul y se armó un intenso y entretenido 5-6 equilibrado y parejo hasta que sonó su chicharra.
- Bue…podría utilizar otro término, Nono. Delata su edad.
- ¿Pasemos a la acciones?
- Por decirlo de algún modo.
- Bien: en la primera mitad los Azules lograron pararse muy bien. Supieron esperar al rival, salir con toque y velocidad, y establecer diferencia de 3 goles en varias ocasiones. El problema rojo estaba en la última línea, ya que quedaban espacios libres aprovechados por el incisivo adelantamiento azulado.
- Más esas manos de manteca…
- ¡Espere! No obstante, el juego rojo supo ser creativo de mitad de cancha hacia adelante, cuando Nico, Carlitos y Ale S lograron combinaciones interesantes. De entrada estuvo muy entonado con el arco nuestro Loco Smith, bien asistido por Simón …
- ¿El pibe?
- Ése, y Quiroga.
- Éste juega lindo…
- Un gol del pibe tuvo la colaboración del golero …
- ¡Manos de manteca!
- …rojo, quien no pudo retener en un tiempo el balón y se le escurrió de las manos.
- ¡Un tres!
- ¿Va a seguir interrumpiendo?
- Es que usted es muy condescendiente con este muchacho…
- Oiga: el ritmo del cotejo jamás decayó.
- (Se nota que no lo ve de afuera)
- Por momentos vertiginoso. De ahí vinieron varias fallas en las entregas y en las marcas. También en las definiciones. Se gestó un ida y vuelta a todo vapor, con el marcador favoreciendo al azul, pero con la constante incertidumbre en los últimos minutos, cuando éstos equivocaron el planteo y fueron a atacar como si fuesen ellos los que buscaban la paridad.
- ¿Y qué pasó?
- Los rojos supieron llegar de contra y quedar a un gol del empate cuando se venía la noche.
- ¿Y las polémicas?
- Sí, un par.
- ¿A ver?
- En ambas fueron protagonistas Nando y Quiroga.
- ¿Otra vez Fernando?
- Sí.
- Cuentemé…
- En una Quiroga..
- Que es un señor.
- Pidió penal por un presunto golpe con los puños del golero.
- No lo dude, Nono, así fue.
- Desde mi posición, la más lejana, no me pareció.
- ¿No le digo? Y en la otra…
- En la otra se lanzó un centro, ambos fueron a la pelota y Nando logró retenerla pero fuera de la línea del área.
- ¡Penal! Digo … tiro indirecto.
- Ah. No, cobraron falta de Quiroga y sanseacabó.
- ¿Y usted no dice nada?
- Ya le dije que estaba muy lejos. En esta me pareció que no hubo falta del señor Quiroga.
- Delo por hecho.
- Hubo un gol de Martín, el Comandante, quien lanzó un centro pasado a sus atacantes, el golero azul confió en su cálculo (que fue erróneo), la bola rozó en el travesaño, tomó un extraño efecto, ingresó al arco, picó adentro unos 40 cm y salió disparada hacia afuera. En otra ocasión, el mismo golero se desquitó mientras avanzaba solapadamente en busca de algún compañero desmarcado, pero de reojo percibió un ligero adelantamiento del golero rojo y se jugó con un tiro de emboquillada más preciso que su intención.
En definitiva fue un resultado justo, por la mínima ventaja. Cotejo de hacha y tiza. Entretenido y muy equilibrado.
- ¿Y? ¿No es hora de la reseña?
- Allá vamos…

Rojos:

Nando: Rendimiento parejo, con un importante error subsanado por numerosos achiques y mano a mano bien resueltos. Viene afinado.
7 puntos. (Impresentable lo suyo, Nono)

Martín: El jugador fino sorprendió a todos (él incluído) cuando iniciamos el 5-5 a la espera del Loco, tomo el balón, se mandó por un lateral, eludió a un par al galope y lanzó un puntazo rechazado por el golero rival. Luego se reguardó en el fondo, manejó bien el balón, pero abusó de pelotazos cuando la ventaja numérica precisaba del juego bonito con pelota dominada. Ah…se bajó del auto con pucho encendido y seguramente bebió alguna copita de tinto al mediodía.
6, 50 puntos (Es de Independiente, ¿verdad? Entonces le regaló unas décimas)

Calo: Fue asediado por los furtivos avances y toques del rival. Hizo lo que pudo con esmero. Luchó todas y se lo vio activo.
6, 50 puntos. (¿Con lo que dijo no debería subirle el puntaje?)

Carlitos: Este muchacho participó activamente en toda la cancha. Defendió, se mandó por su lateral, creó algunas combinaciones interesantes y faltó levantar la sabiola para ajustar en la definición. Se perdió un gol increíble.
7 puntos. (Considere que estaba su hijo)

Nico: Nuestro joven pispireto engancha, quiebra la cintura, va para un lado, luego para el otro, insiste y se enreda. Corrió los 60 minutos y puso el alma. Falto la pausa necesaria para clarificar sus intenciones. Siempre temible.
7 puntos. (¿Otro de Independiente? ¿No es amargo? Y dele con los sietes usted…)

Ale S: Una tarea regular en un jugador que suele ser más explosivo. De todos modos, llegó, hizo goles e intentó en cada pelota dividida hasta el final. Quizás le haya faltado espacio para desarrollar su mejor arma. 7, 40 puntos.
(Es otro nivel, Nono, no se puede creer que sean hermanos, perdonemé)


Azules:

Nono: Muy activo durante todo el cotejo. Condujo la salida de su equipo, achicó numerosos mano a mano, le tapó el empate a Nico, metió el gol desde ¾ de cancha y falló groseramente en el cálculo de un pelotazo que venía sin ton ni son a la altura del travesaño.
7, 50 puntos.
(Una pena que sea bostero)

Sergio: En este caso hablamos de un hombre que ha superado el medio siglo de vida, Jorge. Tomó el carril izquierdo, siempre juega desde abajo y con balón dominado, suele dormirse en alguna que otra marca, pero es efectivo en sus proyecciones. Eso sí: se tomó una pausa por motus propio para pasarse la toallita por la testa, beber agua, mirar la hora y salir de la madriguera para que siga el juego.
7 puntos.
(Considere la edad, Nono, ya le va a llegar a usted. No olvide su propio apodo)

Simón: El pibe se criticó a más no poder en el tercer tiempo y me pidió que no le recuerde esta crónica. No obstante, se lo vio activo, obstinado, con gambetas y buenas asistencias. A veces se dormía antes de recibir un pase (lo anticipaban), pero cumplió.
7 puntos.
(Por la edad le restaría un punto, Nono. ¿Qué dice? ¿De la Academia? Entonces bájele dos)

Quiroga: El hombre que se apodera de la media cancha. Va por todas, las corre como si fuese una final y supo evitar sus admiradas calesitas. Socio del Loco y guía del pibe Simón. Muy buena faena.
7, 60 puntos.
(Éste me gusta, Nono. Éste sabe de fútbol. Me parece que fue medio pijotero con él)

Loco Smith: De mayor a menor en alto nivel. Imparable desde el inicio. Define con soltura y sabe pararse. Sobre el final puteó de lo lindo por el innecesario adelantamiento de sus compañeros.
7, 60 puntos.
(¿Es el mismo Loco que me increpó semanas atrás? ¡Un irreverente! No puede ser Premio Chamigo este muchacho. ¿Qué dice? Ah…es de Riv…bue, olvide todo lo que dije)



- Y si, ahora viene la parte en la que el cronista se despide hasta otra ocasión, los felicita por la entrega y el despliegue, agradece el sentido del humor para el tercer tiempo y recuerda que cada domingo se renuevan las esperanzas y el júbilo.
- ¿Y esas recomendaciones?
- A continuación.

Film: Blow Up, de Antonioni (corre por su cuenta)
Libro: “Moderato cantabile”, de Marguerite Duras (pero déjese de joder, Nono, y nombre algo digerible)
Música: La voz de Barry White (en ésta se salva, gran voz la del negro)

Autor: Nono ( y ni siquiera me nombra, pero POR FAVOR, ¿a quien cree que van a recordar el próximo domingo? )


lunes, 8 de noviembre de 2010

"Carlitos lo más grande"

Este cronista entrega deliberadamente tarde sus artículos. Se inclina por la decantación lenta de los recuerdos en el filtro de la memoria. Quizás su demora afecte la repercusión de sus notas, pero él tiene un compromiso mayor con la historia y el legado del transgresor blog para el cual escribe.
Planteada esta cuestión previa, conviene revisar someramente los antecedentes que precedieron a la realización del partido del 31 de octubre.
De movida se anticipaba una semana atípica, con el incómodo deber de ser censados y la grata recompensa por el mismo: el feriado. Claro que el destino nos deparaba una sorpresa mayor, que no fue otra que la desaparición física del inefable Néstor. Así asistimos, por segunda vez en poco tiempo, a las pompas y manifestaciones públicas de dolor por la muerte de un ex jefe de Estado.
La AFA decretó “ipso facto” la suspensión de las actividades futbolísticas por duelo, pero no pudo hallar eco en esos rebeldes del balompié que agigantan la leyenda de Ocampo. En cambio sí conspiró contra la concreción del partido el festejo del cumpleaños del Comandante, en Nordelta. Hacia allí emigraron varios históricos de los domingos. También Pedrito (quien desoyó olímpicamente la popular expresión: “Sánchez no te enganches”).
En este contexto, la tarea de reclutar jugadores parecía ímproba. No obstante, el impetuoso regreso de Fabián (él solo trajo tres “players”) hizo que al momento del pitazo inicial fuéramos 11. Se produjeron un par de debuts: Paul (amigo del Loco) y Tomás (amigo de Rodrigo).
El equipo rojo, con cinco integrantes, dominó el encuentro casi en su totalidad. Hubieron acercamientos en el score por parte de los azules (padecieron la falta de un arquero fijo), quienes arrimaron el bochín hasta estar en desventaja por un solo gol, para finalmente perder por cuatro tantos de diferencia.

Azul:

Gerardo: no es la primera vez que incursiona en estas lides, pero se ve que le falta juego…entre otras cosas. Hizo “vista” en una pelota pateada, por un rival, desde atrás de mitad de cancha, cuando se desempeñaba debajo de los tres palos. Intrascendente. 4,50 puntos.

Fabián: deambuló por el carril derecho, una sombra (engordada) del jugador que supo proclamar el “tiki-tiki”. Recibió una fuerte plancha por parte de Paul pero, enceguecido por sus preconceptos, no vaciló en recriminar: “Nando, me quebraste”. Se celebra su regreso. 5,50 puntos.

Calo: pura enjundia. Intentó desmarcarse para usufructuar el hombre de más. No pudo ser. 5,50 puntos.

Sergio: demandó integrar la escuadra azul, para así poder vestir una camiseta del Inter cuyas bandas negras expresaban un mesurado luto. “Curiosamente” llegó tarde por cuarta vez consecutiva, acumulando 40 minutos de retraso en igual número de fechas. Encomiable tarea defensiva para contener al 10 rival. 6,50 puntos.

Ale: obligado por las circunstancias, se involucró en una tarea que no es la que más disfruta: defensa y recuperación de balones. Su peso ofensivo se vió así reducido, toda vez que tampoco lo asistían debidamente, y pudo marcar un único gol. 7 puntos.

Rodrigo: de menor a mayor. Al principio irreconocible, luego convirtió goles de muy buena factura. Por momentos se lo vió embarcado en una competencia individual con Tomás. 7,75 puntos.

Rojos:

Nando: afianzado en su nuevo rol de arquero adelantado. Enhebró su cuarta victoria consecutiva, cuadruplicando así su mejor performance sexual. 7,50 puntos.

Paul: el hombre venía de dos años sin jugar, lo que se evidenció en los movimientos faltos de coordinación en el arranque del match. Poco a poco se fue acomodando y desnivelando, aunque concluyó exhausto. Hizo honor al desaparecido pulpo homónimo. 7,30 puntos.

Sebastián: vistió su habitual armadura de combate, aunque también desplegó fintas de luchador ninja. Un poco tosco con el balón, pero efectivo en la defensa. 6,85 puntos.

Loco: recuperado y de mejor nivel. Se contuvo, dentro de lo esperable, para no hacer papelones catárticos enfrente de Paul. Introdujo a Tomás en algunos conceptos elementales de táctica. 8 puntos.

Tomás: el pibe cayó con una camiseta de Barcelona. En su espalda lucían estampados un nombre y un número: Messi, 10. Es justo afirmar que estuvo a la altura de su ídolo. Después de las primeras jugadas sus compañeros de equipo empezaron a llamarlo, directamente, “Messi”. Gran partido y algo de respeto hacia sus mayores. 8,50 puntos.

El ya mencionado retraso a la hora de publicar esta crónica hacen coincidir la redacción de la misma con una efemérides insoslayable: los 40 años del recordado triunfo de Monzón sobre Benvenutti. Aquel knock-out en el duodécimo asalto fue una de las definiciones más implacables que este seguidor del pugilismo haya observado jamás (otra memorable: la del triunfo de Tommy Hearns sobre “Pipino” Cuevas, en el round número dos).
Carlos Roque Monzón (tal su nombre completo) efectuó 100 peleas, imponiéndose en 87 de ellas (59 por KO), empatando 9 y perdiendo sólo tres (todas, por puntos). Su porcentaje de knock outs fue de 59% . De sus tres vencedores (Antonio Aguilar, Felipe Cambeiro y Alberto Massi) se tomó revancha. Al primero derrotó en tres oportunidades (dos por puntos, una por knock-out), al segundo en una ocasión (por puntos), y al último dos veces (por knock out y por puntos).
Fue el más grande boxeador que dio la Argentina. Cualquier comentario que mancille su memoria será debidamente censurado.

Autor: Nando