lunes, 8 de noviembre de 2010

"Carlitos lo más grande"

Este cronista entrega deliberadamente tarde sus artículos. Se inclina por la decantación lenta de los recuerdos en el filtro de la memoria. Quizás su demora afecte la repercusión de sus notas, pero él tiene un compromiso mayor con la historia y el legado del transgresor blog para el cual escribe.
Planteada esta cuestión previa, conviene revisar someramente los antecedentes que precedieron a la realización del partido del 31 de octubre.
De movida se anticipaba una semana atípica, con el incómodo deber de ser censados y la grata recompensa por el mismo: el feriado. Claro que el destino nos deparaba una sorpresa mayor, que no fue otra que la desaparición física del inefable Néstor. Así asistimos, por segunda vez en poco tiempo, a las pompas y manifestaciones públicas de dolor por la muerte de un ex jefe de Estado.
La AFA decretó “ipso facto” la suspensión de las actividades futbolísticas por duelo, pero no pudo hallar eco en esos rebeldes del balompié que agigantan la leyenda de Ocampo. En cambio sí conspiró contra la concreción del partido el festejo del cumpleaños del Comandante, en Nordelta. Hacia allí emigraron varios históricos de los domingos. También Pedrito (quien desoyó olímpicamente la popular expresión: “Sánchez no te enganches”).
En este contexto, la tarea de reclutar jugadores parecía ímproba. No obstante, el impetuoso regreso de Fabián (él solo trajo tres “players”) hizo que al momento del pitazo inicial fuéramos 11. Se produjeron un par de debuts: Paul (amigo del Loco) y Tomás (amigo de Rodrigo).
El equipo rojo, con cinco integrantes, dominó el encuentro casi en su totalidad. Hubieron acercamientos en el score por parte de los azules (padecieron la falta de un arquero fijo), quienes arrimaron el bochín hasta estar en desventaja por un solo gol, para finalmente perder por cuatro tantos de diferencia.

Azul:

Gerardo: no es la primera vez que incursiona en estas lides, pero se ve que le falta juego…entre otras cosas. Hizo “vista” en una pelota pateada, por un rival, desde atrás de mitad de cancha, cuando se desempeñaba debajo de los tres palos. Intrascendente. 4,50 puntos.

Fabián: deambuló por el carril derecho, una sombra (engordada) del jugador que supo proclamar el “tiki-tiki”. Recibió una fuerte plancha por parte de Paul pero, enceguecido por sus preconceptos, no vaciló en recriminar: “Nando, me quebraste”. Se celebra su regreso. 5,50 puntos.

Calo: pura enjundia. Intentó desmarcarse para usufructuar el hombre de más. No pudo ser. 5,50 puntos.

Sergio: demandó integrar la escuadra azul, para así poder vestir una camiseta del Inter cuyas bandas negras expresaban un mesurado luto. “Curiosamente” llegó tarde por cuarta vez consecutiva, acumulando 40 minutos de retraso en igual número de fechas. Encomiable tarea defensiva para contener al 10 rival. 6,50 puntos.

Ale: obligado por las circunstancias, se involucró en una tarea que no es la que más disfruta: defensa y recuperación de balones. Su peso ofensivo se vió así reducido, toda vez que tampoco lo asistían debidamente, y pudo marcar un único gol. 7 puntos.

Rodrigo: de menor a mayor. Al principio irreconocible, luego convirtió goles de muy buena factura. Por momentos se lo vió embarcado en una competencia individual con Tomás. 7,75 puntos.

Rojos:

Nando: afianzado en su nuevo rol de arquero adelantado. Enhebró su cuarta victoria consecutiva, cuadruplicando así su mejor performance sexual. 7,50 puntos.

Paul: el hombre venía de dos años sin jugar, lo que se evidenció en los movimientos faltos de coordinación en el arranque del match. Poco a poco se fue acomodando y desnivelando, aunque concluyó exhausto. Hizo honor al desaparecido pulpo homónimo. 7,30 puntos.

Sebastián: vistió su habitual armadura de combate, aunque también desplegó fintas de luchador ninja. Un poco tosco con el balón, pero efectivo en la defensa. 6,85 puntos.

Loco: recuperado y de mejor nivel. Se contuvo, dentro de lo esperable, para no hacer papelones catárticos enfrente de Paul. Introdujo a Tomás en algunos conceptos elementales de táctica. 8 puntos.

Tomás: el pibe cayó con una camiseta de Barcelona. En su espalda lucían estampados un nombre y un número: Messi, 10. Es justo afirmar que estuvo a la altura de su ídolo. Después de las primeras jugadas sus compañeros de equipo empezaron a llamarlo, directamente, “Messi”. Gran partido y algo de respeto hacia sus mayores. 8,50 puntos.

El ya mencionado retraso a la hora de publicar esta crónica hacen coincidir la redacción de la misma con una efemérides insoslayable: los 40 años del recordado triunfo de Monzón sobre Benvenutti. Aquel knock-out en el duodécimo asalto fue una de las definiciones más implacables que este seguidor del pugilismo haya observado jamás (otra memorable: la del triunfo de Tommy Hearns sobre “Pipino” Cuevas, en el round número dos).
Carlos Roque Monzón (tal su nombre completo) efectuó 100 peleas, imponiéndose en 87 de ellas (59 por KO), empatando 9 y perdiendo sólo tres (todas, por puntos). Su porcentaje de knock outs fue de 59% . De sus tres vencedores (Antonio Aguilar, Felipe Cambeiro y Alberto Massi) se tomó revancha. Al primero derrotó en tres oportunidades (dos por puntos, una por knock-out), al segundo en una ocasión (por puntos), y al último dos veces (por knock out y por puntos).
Fue el más grande boxeador que dio la Argentina. Cualquier comentario que mancille su memoria será debidamente censurado.

Autor: Nando

7 comentarios:

AS dijo...

Grande Carlitos! (Sanchez...)

Anónimo dijo...

Lo que es estar al reverendo pedo, quién no conoce la historia del campeonísimo Carlitos Monzón, por favor, andá a laburar y dejate de hacer el papel de periodista memorioso que Gugleando cualquier bolita parece culto,ja.

Nando dijo...

Jorge: si tiene alguna remota esperanza de que no se adivine su identidad detrás de los anónimos que tan cobardemente escribe, deje de rematar sus frases con su omnipresente "ja".

Calo dijo...

"Por esta boquita pasó la de Delon", C.M.

Calo dijo...

El comentario anterior, en esta ocasión, no me pertenece...

Pero debo reconocer que lo dije en numerosas oportunidades.

En homenaje al difunto campeón, creo justo agregar que hay versiones encontradas acerca de quién de los dos puso la boquita...

Nando dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Calo dijo...

Epa. Qué confesión!!