martes, 23 de febrero de 2010

"Milagros inesperados"

La concreción del partido estuvo en riesgo hasta último momento. Dos “ históricos” que vienen ausentándose, otro con turno para el quirófano y algún remolón que alargaba sus vacaciones hacían sospechar que no alcanzaríamos el mágico número “10”. Mientras tanto, la ciudad se convertía en una versión decadente de Venecia, y los gladiadores de Ocampo se esforzaban con los remos por Av.Libertador para no perder la forma física.
Finalmente, la insistencia del Comandante desde los mails y el aporte de jugadores por parte de Fabián obraron el milagro y hubo juego, o un remedo de éste. El partido fue abiertamente malo. La falta de arqueros fijos conspiró contra la consistencia de las maniobras, amén de la baja perfomance de la mayoría (¿todos?) los “players”. Podemos afirmar que se impuso el “menos pior”, el Azul, por una diferencia de dos goles.

Equipo Azul

Carlitos: Arrancó con alguna intemperancia kirchnerista y prometiendo que no dejaría pasar “ni una”…a sus propios compañeros de equipo. Luego volvió a ser el alegre “la la la”. Corrió, metió, alternó buenas y malas. 6,30 puntos.

Carlos: celebramos su puntualidad, que permitió iniciar el cotejo sin retraso. Cuando maniobra con la pelota se caracteriza por inclinar su cuerpo hacia adelante, con la cabeza cual ariete, y da la impresión de que terminará enredándose con su propias piernas, pero generalmente sale airoso. De menor a mayor, peinó un gol sobre el final. 6,30 puntos.

Nando: imposibilitado de ir al arco por su lesión, se paró en la defensa y alguna que otra vez se proyectó con acierto. Convirtió dos goles, que equivalen prácticamente a la cosecha que obtuvo en todo el 2009. Sus limitaciones para el juego de pies quedaron una vez más evidenciadas. 6 puntos.

Quiroga: alguien tuvo la feliz idea de esconderle la sortija antes de que empezara el cotejo. Esto redundó en una bienvenida reducción de su habitual calesiteo . Comprendió que el partido no daba para lujos y luchó para ordenar al equipo. 6,40 puntos.

Ale: alternó el arco con el ataque, las buenas con las malas. Sorprendió su tendencia a despejar de cabeza balones que podría haber retenido con las manos, en su rol de golero. 6,30 puntos.


Equipo Blanco

Gerardo: co-autor de un gol olímpico (mientras se desempeñaba como arquero). Puso mucha voluntad. 5 puntos.

Fabián: su mayor aporte fue el de procurar modificar el score del partido con recursos que recordaron al Dr. Sasso. “No,no, ¿cómo vamos a ir perdiendo si estábamos ganando 5 a 0?”Una pena, sobre todo porque estaba presente su hijo, que lo miraba azorado. 5,85 puntos.

Rodrigo: jugador fino. No pudo lucirse en toda su magnitud. Sufrió estoico el cambio de nombre que le impuso el Loco (“Ramiro”).6 puntos.

Comandante: tuvo la osadía de prenderse en un partido previo, entre juveniles, y sin embargo su desempeño no se vió tan afectado por el desgaste físico. Cuando se ubicó en el arco fue testigo privilegiado de un gol que establecería cifras definitivas. 6 puntos

Loco: venía de alcanzar semifinales en un Pro-Am de tenis. Trajo consigo un manojo de camisetas (“A ver cuál me entra”). Fue el más destacado en una jornada aciaga para el “jogo bonito”. 6,50 puntos.


El tercer tiempo entregó coloridas imágenes. Iván encarnaba una versión pre-adolescente de “El extraño de pelo largo”. El Loco se lamentaba de haber arrancado el año futbolístico con una derrota. El comandante vendía camisetas del Chelsea y prometía entregar factura tipo “A” la semana entrante. En un apartado rincón, Jorge firmaba autógrafos bajo el seudónimo de “Chicho Capucho” (para más detalles, por favor, consultar con el personaje aludido).

Mensaje parroquial: hemos recibido un desafío para jugar contra un equipo integrado por los empleados de la fábrica de Marcelo, mi cuñado. Como para ir pensándolo. Podría ser en cancha de siete, pero sugiero que , visto y considerando el nivel exhibido el domingo, primero entremos un poco más en ritmo para evitar perder por goleada.
Autor: Nando