Es así, Jorge. Asistimos a un domingo con segunda vuelta cantada. El Pro con ventaja de 64,5 a 35,5 y a otra cosa mariposa. Mientras tanto, le cuento que el cronista no tenía pensado asistir, quería votar con conciencia, visitar parientes y relajarse. El tema es que interpreta un mensaje sin mensaje en su contestador, lo intuye correctamente, llama a Sergio y el hombre está anonadado. No sabe si se juega o no. Éste llama a Ocampo y oye que está todo OK. Pero insiste, llama a Calo y se encuentra con la novedad de los 9 participantes. El vejete me llama desesperado y le confirmo mi presencia con la del joven Simón.
En fin, llegamos a horario, pero los señores diplomáticos de la contienda se tomaron sus 15 minutitos de demora para iniciar el juego.
Severa amonestación y advertencia para ellos.
La cuestión es que las matemáticas no son el fuerte del grupete.
¿Qué dice?
No, no miran a Adrián Paenza en la tv pública.
Lo cierto es que fuimos 10 jugadores.
Calo me anuncia la conformación de los equipos y le señalo una ligera ventaja en favor de los Azules. Luego del extenso peloteo, arriban los miembros del Servicio Exterior y se lanza el doparti.
No lo escucho…ah sí, Carlitos y Nico, sí. Anaranjada para los atrasados.
¡Y que no se repita!
Hemos compartido una amena, divertida y jugosa contienda.
De entrada se pararon bien los Azules y sacaron su merecida tajada por el par de goles. Incisivos Ariel, Quiroga, Sergio y Luciano. Nuestro Carlitos corazón al arco.
Sin embargo, luego de un asedio de 10 minutos, los Rojos se animaron, consolidados por el Nono desde el arco y la salida, un Camilo inspirado, más alguna magia en las combinaciones de Nico y Simón para equilibrar la lucha y luego despegar con ganas.
El tema es que el doparti se presentó así: juego abierto, sin marcas, relajados, con ganas de llevar a cabo el juego bonito, mucho caudal de juego por los laterales y numerosas llegadas.
De modo impensado los Rojos lograron una tajada de 4 goles de ventaja gracias a los lanzamientos y remates furtivos de Camilo (siempre desmarcado), ayudados por la presencia de Sergio bajo los 3 palos (un verdadero Clemente).
Simón creyó que todos los día era carnaval, y con Nico se disputaban la jugada imposible para el gol antológico.
Los Azules despertaron del letargo (Quiroga durmió una siesta de 25 minutos con maniobras inverosímiles, como desperdiciar un avance de 3 a 1 y trabarse, regalándole el balón a Calo). Este muchacho se enredaba, no aprovechaba algún posible mano a mano y se lanzaba sobre un lateral a la espera del defensor que le muestre sus velludas gambas. ¡Inconcebible! Pero Luciano, que fue de menor a mayor, lanzó sus dardos y asistencias, Sergio hizo el cambio de aire, Quiroga se acordó de darle al arco (y lo hizo muy bien), para acortar distancias, llegar a la igualdad y sacar el golcito de ventaja faltando un par de minutos.
¿Cómo? ¿Qué le pasa, Jorge? Cada día habla más bajo, usted. ¡Digaló! Ajá, pero qué tiene que ver con el partido. Nada, entonces pregúnteselo a Nando y no joda.
Sobre el final se generó la maniobra de honor entre Nico y Simón para sellar la definitiva igualdad. Merecida esa igualdad. Merecido el triunfo de Macri y merecido el descenso de la gran Institución.
Y si Jorge, hay que decirlo.
¿Entonces? Ah…quiere saber acerca del cotejo. Mire que ya estoy terminando la crónica. ¿No será apropiada una pastillita para la memoria? Le digo que destacamos las intenciones, las paredes, el juego libre, sin marca, con desparpajo y voluntad de creación, con golazos del golero rojo, otros de Camilo, uno célebre de Luciano con shot violento junto al palo, un par de Quiroga sobre el final y ciertos quiebres de cintura entre Simón y Nico.
¿Le parece poco?
Mire, hasta las 16.15 hs creí que no jugaba y aquí me encuentro, con usted en este feca conversando sobre la crónica.
¿Qué por qué no aparecen sus comentarios?
Porque prefiero la sugerencia, Jorge.
Exacto.
Luego todos a casita, a tomar refugio del ofri y preparar la conciencia para el 14 de agosto.
Atinada su pregunta, Jorge. Unas falsas primarias. Pero recuerde que si no vota, no estará habilitado para votar a Presi en octubre.
Ajá, y también disentimos.
Ahora la reseña:
Azules:
En fin, llegamos a horario, pero los señores diplomáticos de la contienda se tomaron sus 15 minutitos de demora para iniciar el juego.
Severa amonestación y advertencia para ellos.
La cuestión es que las matemáticas no son el fuerte del grupete.
¿Qué dice?
No, no miran a Adrián Paenza en la tv pública.
Lo cierto es que fuimos 10 jugadores.
Calo me anuncia la conformación de los equipos y le señalo una ligera ventaja en favor de los Azules. Luego del extenso peloteo, arriban los miembros del Servicio Exterior y se lanza el doparti.
No lo escucho…ah sí, Carlitos y Nico, sí. Anaranjada para los atrasados.
¡Y que no se repita!
Hemos compartido una amena, divertida y jugosa contienda.
De entrada se pararon bien los Azules y sacaron su merecida tajada por el par de goles. Incisivos Ariel, Quiroga, Sergio y Luciano. Nuestro Carlitos corazón al arco.
Sin embargo, luego de un asedio de 10 minutos, los Rojos se animaron, consolidados por el Nono desde el arco y la salida, un Camilo inspirado, más alguna magia en las combinaciones de Nico y Simón para equilibrar la lucha y luego despegar con ganas.
El tema es que el doparti se presentó así: juego abierto, sin marcas, relajados, con ganas de llevar a cabo el juego bonito, mucho caudal de juego por los laterales y numerosas llegadas.
De modo impensado los Rojos lograron una tajada de 4 goles de ventaja gracias a los lanzamientos y remates furtivos de Camilo (siempre desmarcado), ayudados por la presencia de Sergio bajo los 3 palos (un verdadero Clemente).
Simón creyó que todos los día era carnaval, y con Nico se disputaban la jugada imposible para el gol antológico.
Los Azules despertaron del letargo (Quiroga durmió una siesta de 25 minutos con maniobras inverosímiles, como desperdiciar un avance de 3 a 1 y trabarse, regalándole el balón a Calo). Este muchacho se enredaba, no aprovechaba algún posible mano a mano y se lanzaba sobre un lateral a la espera del defensor que le muestre sus velludas gambas. ¡Inconcebible! Pero Luciano, que fue de menor a mayor, lanzó sus dardos y asistencias, Sergio hizo el cambio de aire, Quiroga se acordó de darle al arco (y lo hizo muy bien), para acortar distancias, llegar a la igualdad y sacar el golcito de ventaja faltando un par de minutos.
¿Cómo? ¿Qué le pasa, Jorge? Cada día habla más bajo, usted. ¡Digaló! Ajá, pero qué tiene que ver con el partido. Nada, entonces pregúnteselo a Nando y no joda.
Sobre el final se generó la maniobra de honor entre Nico y Simón para sellar la definitiva igualdad. Merecida esa igualdad. Merecido el triunfo de Macri y merecido el descenso de la gran Institución.
Y si Jorge, hay que decirlo.
¿Entonces? Ah…quiere saber acerca del cotejo. Mire que ya estoy terminando la crónica. ¿No será apropiada una pastillita para la memoria? Le digo que destacamos las intenciones, las paredes, el juego libre, sin marca, con desparpajo y voluntad de creación, con golazos del golero rojo, otros de Camilo, uno célebre de Luciano con shot violento junto al palo, un par de Quiroga sobre el final y ciertos quiebres de cintura entre Simón y Nico.
¿Le parece poco?
Mire, hasta las 16.15 hs creí que no jugaba y aquí me encuentro, con usted en este feca conversando sobre la crónica.
¿Qué por qué no aparecen sus comentarios?
Porque prefiero la sugerencia, Jorge.
Exacto.
Luego todos a casita, a tomar refugio del ofri y preparar la conciencia para el 14 de agosto.
Atinada su pregunta, Jorge. Unas falsas primarias. Pero recuerde que si no vota, no estará habilitado para votar a Presi en octubre.
Ajá, y también disentimos.
Ahora la reseña:
Azules:
Carlitos: Sintió que ir al arco era un castigo antediluviano y aceptó el reto sin grandilocuencia. Sólo lo necesario bajo los 3 palos y fuera de él. Extrañamos la garra habitual. Casi un desentendido de la lucha. No desentonó, de todos modos.
6, 90 puntos.
Ariel: Volvió a jugar resfriado y sin despejar las sombras del estado gripal. Se notó. Aportó en la salida por defensa y en las pocas veces que se atrevió al arco. Muchacho que debió guardar reposo.
7 puntos.
Quiroga: Desconcertante. Con nuevo corte de cabello y sin fuerza. Una primera mitad para el olvido. Enredado, se le escapaba el balón, desperdiciaba oportunidades y estaba desquiciado. Luego remontó, se puso las pilas, hilvanó jugadas, recobró la memoria y definió. Muchacho ciclotímico. ¿Qué dice? No, eso digaló usted, Jorge.
7, 20 puntos.
Luciano: De menor a mayor. De a poco entró en calor. Decisivo su aporte en el medio y en la definición. Joven talento a tener en cuenta. ¿El look? Hombre del Pro. Usted hace cada pregunta…
7, 60 puntos.
Sergio: El vejete sigue manifestando su sobrado oficio. También su regularidad. Llegó al arco contrario, se desmarcó, corrió y sudó. ¿Otra vez el look? Usted ya lo conoce, vota a Macri y Cristina. Y dejó de parecer el sodero.
7, 60 puntos.
Rojos:
Nono: Arquero – salida. Muy activo. Autor de 2 golazos como arquero y sin posibilidades ante las certeras definiciones azules.
7, 50 puntos.
Calo: A lo mejor fue el único defensor del doparti. Hizo lo suyo con esmero y sin arriesgar. Celebró el gol del agónico empate. ¿Otra vez? Y…diría que parece un zurdo de café con leche, pero las apariencias engañan.
6, 80 puntos.
Camilo: El inspirado. El tipo apareció cabizbajo, casi pidiendo permiso, pero tomó un carril, lo aprovechó al mango y sacudió de lo lindo. ¡Y cómo le paga! Autor de varios goles decisivos. Buen manejo del balón.
7, 70 puntos.
Nico: Va para allá, va para acá, quiebra cintura, se engancha solo, a veces sale al paso, asiste, le pone lujo, también se equivoca y define cuando se acuerda. Mucho vértigo. No olvide que es de Independiente.
7, 40 puntos.
Simón: Lo imitó, pero definió mejor. Quería jugar con Nico y se notó. Gran desparpajo y atrevimiento. También se excedió y perdió goles, pero hizo muchos. Es muy joven, Jorge, ya se va a serenar.
7, 40 puntos.
Una jornada ligera y divertida. Muchas ganas de ponerle magia a la cosa y de jugar sueltos. Se logró. Un interesante empate con varios brillos. Fuimos algo inminente que produjo su estado de revelación. Y no me mire así, Jorge. ¿Suena enrevesado? Entonces vayamos a las recomendaciones semanales:
Film: “Copia certificada”, de Kiarostami. No, no me mando la parte, le va a gustar. Tiene edad para disfrutarla.
Libro: “Agua viva”, de Clarice Lispector. ¿Cómo que nadie la conoce? Lealó y me cuenta. Si quiere se lo llevo el próximo domingo.
Música: “Milagro”, de Santana. No, no quiero quedar bien con Dios y con el Demonio. ¿Usted lo oyó? Hágalo y me cuenta. A…también quiere que se lo lleve. De acuerdo, pero me paga los cafés.
Muchas gracias, Jorge. Un caballero usted.
Autor: Nono.
