miércoles, 16 de marzo de 2011

"Volviendo del Taragûì"

El cronista regresa de sus vacaciones con el ánimo renovado, la piel tostada, los oìdos llenos de chamamè , las papilas gustativas obstruìdas de chipà, los ojos repletos de atardeceres junto al rìo y de insinuantes siluetas desfilando en el corso correntino.
Regresa a su elemento, ansioso por reencontrarse con sus compañeros de balonpiè y por poner en su lugar a ese impertinente que se hace llamar “El león de Wembley” (mote que escogió repasando el video “Los cien mejores goles de la selección argentina”).

Partido intensísimo, luchado, con pasajes de buen fútbol. Jugado con el fragor de los encuentros que definen un campeonato; “con el cuchillo entre los dientes”, como se dice coloquialmente. Muy entretenido, con los rojos casi siempre adelante en el marcador, aunque con acercamientos y hasta transitorio empate por parte de los azules. “Las torres de Tahuichi”, desde el fondo granate, le dieron gran consistencia defensiva a su equipo, marcando y trabando con enjundia. Quiroga pivoteaba y Rodrigo desnivelaba arriba. Los azules no ofrecieron tanta articulación, pero suplieron sus carencias con esfuerzos individuales y la ulterior merma física de su rival. El match fuè por pasajes entrecortado por faltas de diversa índole. Duramente discutido fuè un gol en el que el arquero rojo aseguraba haber sido impedido de ponerse en pie (“¿y por què no te quedaste en el piso con la pelota, pelado?”, contestò algún incivilizado). El tanto se convalidò. Pero también conviene recordar que durante la primera parte del cotejo, un gol azul había sido anulado por iniciativa de los mismos beneficiarios, por un lateral previo que favorecía al rival, y que Carlitos se había apresurado a efectuar.
Sobre el final, y con el partido empatado, una lesión de Quiroga dejarìa con uno menos al “team” rojo. Para no desnaturalizar las acciones Nando también abandonò el terreno de juego. Luego el agónico gol de los rojos les daría la victoria por la mínima diferencia.



Rojos:

Pedro: azorados asistimos a la continuidad de sus buenas actuaciones arqueriles. Un pelìn de fortuna y bastante de reflejos. Aùn no se adapta a las “mañas” del fútbol que se practica en Ocampo, lo que lo lleva a reclamar amargamente ciertos fallos que considera injustos. 7,50 puntos.

Fabiàn: “dejà los postres gordito” le gritaron desde fuera del terreno de juego, pero no se sintió aludido. Su aporte fundamental fuè convertir, en tiempo de descuento, el gol que le diò el triunfo a su equipo. 5,80 puntos.

Ariel: efectivo en la marca, màs movedizo que lo habitual. Su temible remate no tuvo tanta ocasión de lucirse. 6,90 puntos.

Camilo: oficio para defender. No pierde una pelota trabada jamàs. Sòlido y con visión de juego. 7 puntos.

Quiroga: buen partido. Rescatamos un golazo que convirtió desde la línea del lateral izquierdo clavando el balòn junto al palo opuesto, y con Carlitos encimándolo en la marca. 8 puntos.

Rodrigo: figura excluyente del partido. Desequilibró por juventud, habilidad y despliegue. Una de sus más productivas actuaciones. Recibió el reto paterno por faltarle el respeto a un rival a quien le tirò un caño. 9 puntos.

Azules:

Nando: en el peloteo previo se había ufanado de que su valla no fuè vencida. En el partido fuè a buscarla al fondo de la red en varias ocasiones.. Tuvo algunas exitosas intervenciones, e intentò ordenar a viva voz a su equipo, con el resultado habitual de la sordera colectiva por toda respuesta. 6,75 puntos.

Carlitos: protagonista de un duelo particular con Rodrigo. Se apoyò en su experiencia para controlar hasta donde pudo al juvenil rival. Un lateral mal efectuado le costò a su escuadra el segundo gol. Luego se prodigò como un titán. 7,10 puntos.

Nono: una lesión sufrida la víspera del match lo llevó a jugar retrasado, labor en la que se destacó, llegando a convertir un gol de marca registrada. Recurrió al foul táctico (ajeno) para resolver un par de situaciones en las que fue despojado del balón. 6,80 puntos.


Sergio: se lo notò nervioso desde el comienzo del partido, sin encontrar su posición (¿quizàs por compartir escuadra con el otro zurdo, Carlitos?), aunque fuè levantando el nivel con el paso de los minutos. Autor de un manotazo digno de un remate de volley en mitad de cancha. 6 puntos.

Luciano: se lo observò por debajo del nivel alcanzado en su anterior actuaciòn en Ocampo. Por momentos perdido en la cancha. Màs tarde confesarìa que resguardò su físico ante el àspero desarrollo de las acciones. Puntinazo al àngulo que no pudo verse coronado en gol. 5,60 puntos.


Ale: faltò mayor compromiso para colaborar en la marca, presuntamente por falta de resto físico. No estuvo “fino” en algunas definiciones, aunque marcò goles vitales. 6,80 puntos.


El cronista se despide con un fuerte sapucai, y el deseo de que la próxima fecha sea tan atrapante como del pasado domingo.


Autor: Nando