Partido de trámite cambiante con victoria final para el equipo Azul, conducido por su nueva-vieja estrella Pedro Moreno.
Durante la primera mitad, el tablero mostraba un leve predominio del equipo Rojo. Las buenas combinaciones entre Martín y el Nono permitían a los Rojos mantener una leve ventaja.
Adelante, Ale contaba cuidadosamente los granitos de arena desparramados en el terreno y pedía faltas en código Morse, mientras Sebastián daba una lección de como jugar sin pelota hasta las últimas consecuencias.
Con el resultado adverso, se imponía un cambio táctico. Diego salió de los tres palos, para darle más variantes a su equipo y, sobre todo, menos al rival.
El equipo Azul apretó las marcas atrás, Ale dejó de protestar y empezó a embocarla, y el partido cambió rápidamente de dueño. La diferencia final fue de tres goles.
Los jugadores azules se abrazaban y recordaban emocionados las escenas del compacto de Alemania-Austria en el Mundial de 1982, que vieron antes del choque para motivarse.
“Quiero retirarme en Ocampo como mi hermano” decía Pedro emocionado a todos los periodistas que se cruzaban, mientras Charly se esforzaba para aclarar que no era el manager del equipo y que así había jugado siempre.
Los gladiadores tiraron presurosos las camisetas y se dirigieron al restorán, buscando un ámbito más a tono con sus siluetas, mientras sonaba en su plenitud el coro de ladridos de perro, saludando al último tren a Ocampo.
Azul
Diego: 6 puntos. Su falta de estado físico se notó más en el arco que fuera de él. Su punto más alto fue la elección del restorán.
Charly: 6,5. Correcta tarea como salida del equipo, aunque un escalón abajo de lo realizado el domingo anterior. Su punto más alto lo alcanzó en la elección del vino.
Sebastián: 6. Correcto en la marca y en el arco. Flojo con la pelota.
Pedro: 7. Gran despliegue físico. Mostró el sello de su paso por el fútbol europeo, tocando y yendo a buscar. Se extrañaron las gambetas y los revolcones por el suelo de otrora.
Ale: 7,5. Lo dicho, desequilibrante cuando dejó de quejarse y se dedicó a atacar.
Rojo
Nando: 7,5 puntos. Sólida tarea en el arco.
Rubén: 7. Buen partido, sobre todo en el de recuperación de pelota.
Calo: 5. Se esforzó en la marca pero regaló todas las salidas, además de embocar un gol en contra.
Martín: 6. Muy bien en la primera mitad del partido. Cuando se quedó sin aire, abusó del pelotazo
Nono: 6,5 puntos. Hilvanó muy buenas jugadas con Martín en la primera parte del partido, pero bajó el nivel en el final.
Durante la primera mitad, el tablero mostraba un leve predominio del equipo Rojo. Las buenas combinaciones entre Martín y el Nono permitían a los Rojos mantener una leve ventaja.
Adelante, Ale contaba cuidadosamente los granitos de arena desparramados en el terreno y pedía faltas en código Morse, mientras Sebastián daba una lección de como jugar sin pelota hasta las últimas consecuencias.
Con el resultado adverso, se imponía un cambio táctico. Diego salió de los tres palos, para darle más variantes a su equipo y, sobre todo, menos al rival.
El equipo Azul apretó las marcas atrás, Ale dejó de protestar y empezó a embocarla, y el partido cambió rápidamente de dueño. La diferencia final fue de tres goles.
Los jugadores azules se abrazaban y recordaban emocionados las escenas del compacto de Alemania-Austria en el Mundial de 1982, que vieron antes del choque para motivarse.
“Quiero retirarme en Ocampo como mi hermano” decía Pedro emocionado a todos los periodistas que se cruzaban, mientras Charly se esforzaba para aclarar que no era el manager del equipo y que así había jugado siempre.
Los gladiadores tiraron presurosos las camisetas y se dirigieron al restorán, buscando un ámbito más a tono con sus siluetas, mientras sonaba en su plenitud el coro de ladridos de perro, saludando al último tren a Ocampo.
Azul
Diego: 6 puntos. Su falta de estado físico se notó más en el arco que fuera de él. Su punto más alto fue la elección del restorán.
Charly: 6,5. Correcta tarea como salida del equipo, aunque un escalón abajo de lo realizado el domingo anterior. Su punto más alto lo alcanzó en la elección del vino.
Sebastián: 6. Correcto en la marca y en el arco. Flojo con la pelota.
Pedro: 7. Gran despliegue físico. Mostró el sello de su paso por el fútbol europeo, tocando y yendo a buscar. Se extrañaron las gambetas y los revolcones por el suelo de otrora.
Ale: 7,5. Lo dicho, desequilibrante cuando dejó de quejarse y se dedicó a atacar.
Rojo
Nando: 7,5 puntos. Sólida tarea en el arco.
Rubén: 7. Buen partido, sobre todo en el de recuperación de pelota.
Calo: 5. Se esforzó en la marca pero regaló todas las salidas, además de embocar un gol en contra.
Martín: 6. Muy bien en la primera mitad del partido. Cuando se quedó sin aire, abusó del pelotazo
Nono: 6,5 puntos. Hilvanó muy buenas jugadas con Martín en la primera parte del partido, pero bajó el nivel en el final.
Autor: Calo
