jueves, 2 de octubre de 2008

"Y UNA TARDE VOLVIÓ EL LOCO"

Los incrédulos comentarios se sucedían en la antesala del partido. El “Loco” Smith volvía a ser de la partida después de ...¿cuánto?, ¿diez, doce años?, ¿tal vez más? No era posible establecerlo con precisión. Lo concreto es que cuando los restantes jugadores se encontraban dispuestos en el terreno de juego, Rudolf hizo su aparición. Ingresó luciendo un bronceado que revelaba a las claras su reciente paso por algún centro de ski, restos de nieve sobre su testa (fruto inequívoco del paso del tiempo), cuatro o cinco kilos de sobrepeso y la remera número 3 del Barcelona estampada con el nombre “Rudi”.
Como para quebrar el hielo saludó con un : “¿Y dónde están los fotógrafos?”. Luego de los abrazos de rigor, y con el partido transitando sus primero minutos, se encargó de demostrar que continuaba siendo el mismo que conocimos en tiempos juveniles. Sonoros eructos que evocaron sus desenfrenados pasos de baile de otrora, monólogos en que se reclamaba a sí mismo el uso del cerebro y hasta un homenaje a Caniggia, fueron sólo algunos de los “tics” que desplegó en una hora de juego.
Gran alegría produjo en este cronista su participación, que esperamos se repita con una frecuencia menor a la de la órbita que describe el cometa Halley.


Manchester:

Nando: Volvió del autoimpuesto ostracismo, y se notó. Falto de agilidad y reflejos para llegar a algunas pelotas se propuso, y casi lo logró, no polemizar verbalmente. Decimos casi porque las artimañas de Diego lograron arrancarle un (1) reclamo airado. 6 pts.

Calo: Dos imágenes acuden a la memoria de este cronista. La primera tuvo lugar en el sector izquierdo del ataque del Manchester, con la saeta canosa en posición de definición y rematando con su pierna derecha para impactar el balón en su extremidad inferior izquierda. La segunda, cuando promediaba el partido, sucedió en mitad de cancha. Amagó ir hacia la derecha, pisó la pelota, hizo pasar de largo, con elegancia, a Ale, para luego avanzar levantando la vista. Buena producción en general. 6,25 puntos.

Nono: Muy buen partido. Se entendió a la perfección con el Loco; ambos construyeron jugadas antológicas que en ocasiones contaron con la participación de Sasso. Despliegue y colaboración en defensa, marca férrea para borrarle la sonrisa hasta a la remera del Bocha. 9 pts.

Diego: Desempeño bipolar el del querido galeno. En defensa fue un roble: bien arraigado y sin capacidad de desplazamiento. Ofreció un festival de “bloopers” para poner a prueba la templanza de su ciclotímico golero: en los córners abría las piernas para que la pelota pasara entre ellas, en los centros aéreos trataba de marcar ... ¡a Ale! Y, no conforme con fracasar en la empresa, se ofrecía como rebote para emular a Heinze contra Paraguay. En cambio su producción como creador y definidor fue notable, la mejor quizás, de su trayectoria en Ocampo. Enhebró muy buenas jugadas con el Nono y el Loco y festejó merecidamente un “golazo”. 7.25pts.

Loco: El jugador desequilibrante del Manchester. Si habían dudas respecto de su estado atlético, éstas fueron disipadas rápidamente. Goles, toques y despliegue fueron su marca distintiva durante el cotejo. También alguna gambeta de más con el partido definido. 9,25 pts.

Chelsea:

Marcelo: Otro que volvía, y que rindió. Buenas atajadas (70% de ellas fuera de los límites del área) y una proyección al ataque que se convirtió en gol. 6,90 pts.

Bocha: Si alguien lo apodó “El jugador feliz”, él decidió darle la razón desde el dibujo de una remera que fue considerada entre infantil y poco profesional. Corrió bastante, fue estricto en la marca del Loco y hasta algunos creyeron percibir un principio de “abotonamiento” entre ambos. 7 pts.

Chaly: Desempeño homogéneo, sólo interrumpido por las simuladas lesiones seguidas de impresionantes “sprints” de 50 metros. Un gigante (literalmente hablando) en el arco. 6 pts.

Martín: El “paladar negro” esta vez también trabó con fiereza. Mientras funcionó la dupla con Ale el Chelsea pareció tener destino de victoria. Luego su ánimo lo volvió a abandonar. 7 pts.

Ale: Implacable en el arranque, conductor indiscutible de su equipo. La falta de acompañamiento y de reservas físicas conspiraron contra él sobre el final. 8 pts.



Cronista: Nando