“Para poder dormir, habría que saber primero
despertar”
“El hielo parece una piedra. El hombre parece un
dios. Pero el hombre y el hielo tienen prisa.”
Roberto Juarroz
Estamos en el mes de noviembre, a horas de las elecciones
presidenciales en EE UU, con Newell’s en la punta, Messi padre y el
fallecimiento de un genio en la cinematografía nacional: Leonardo Favio.
El cronista crónico
se siente cansado y apelará a la brevedad.
En la presente se anotaron 3 muchachos más jóvenes que
los vejetes y sus mañas.
Apenas llegaron los goleros, éstos irreverentes
preanunciaron lo que se venía, disparando shots a quemarropa con llamativa virulencia.
¡Tomá tu mate!
Fabián junto con Pedrito (creo) organizaron la
distribución de las escuadras. Muchachos, mayor sentido de la equidad, entre
nos. Dejaron a Rodrigo de un lado, con Pedro al arco, Calo, Maxi y Carlitos.
Éstos eran los Azules.
Del otro coté estaban Simón y Marco, con Nono al arco,
Quiroga y Fabián. Éstos los rojitos.
Presenciamos un cotejo muy bueno, con momentos
deslumbrantes, pese a la diferencia técnica en favor de los rojos.
Se armó un 5-5 con sorpresa inicial, ya que los Azules
sacaron 2 tantos en un minuto. Se notaba que no era el termostato real. Los
Rojos se vieron tocados en su autoestima y lanzaron ráfagas mortales sin
complacencia alguna. El Nono era un jugador más y se afirmaba con Marco y
Quiroga al medio. Fabián replegado en el otro lateral y Simón jugando donde la
daba la gana, con llamativa soltura.
Las combinaciones, que contaron con la anuencia de una
defensa rival casi inexistente, fueron un deleite para los ojos. Quiroga y sus
jóvenes hilvanaron paredes de notable factura. El Nono salía hasta mitad de
cancha y Fabián se atrevía a lanzarle otra cucharita a Pedro. ¡Y fue gol! Digamos
que Pedro no tuvo una tarde acertada: se
comió ese gol y otros. Calo no sabía cómo detener el aluvión y los demás
observaban. Eso sí: contaron con el joven maravilla, nuestro Rodri, quien
parecía el Llanero Solitario. El muchacho se armó su festival personal, pese a
la férrea marca en zona.
Al ratito la ventaja escaló a los 4 goles y así se
mantuvo el score hasta el final, con ligeras variaciones hasta que los 5 goles
de ventaja decretaron el final de una intensa y agobiante jornada.
Destacamos nuevamente el fair-play, el juego limpio, el
juego colectivo de los rojos, la incansable labor de Rodri y muchísimos goles
de una variopinta gestación.
Vayamos a la reseña antes de escribir en sueños:
Azules:
Pedro: Lejos del Pedro que todos conocemos. Jugó mejor
fuera del arco. Nunca pudo ordenar a su defensa. ¡Falta voz de mando, che!
5, 50 puntos (y
sin chistar) Che Nando, me gusta que no chiste.
Calo: Superado en el arco y fuera de él. Otro muchacho
que llegó con el izquierdo. Valoramos el empuje y el tesón.
5 puntos.
Maxi: ¡Lo que corrió este tipo! Intentó siempre, luchó en
cada pelota dividida, pero fue superado por la simplicidad y la velocidad del
juego contrario. A veces despuntaba lo suyo.
6, 80 puntos.
Carlitos: Venía en alza, cosechando Chamigos a rolete. En
esta oportunidad, fue irregular su actuación. La garra de siempre, buenas
definiciones e intentos que no se concretaron. Hay que levantar la cabeza,
Pastichoti. Notable entrega.
7 puntos.
Rodrigo: Un lujo. En un par de oportunidades pudo solo
contra el resto del mundo. Se movió, la buscó, lo cercaron, se la bancó,
insistió e hizo muchísimo. Jugadorazo.
8, 40 puntos.
Rojos:
Nono: Otro que estaba en su salsa. Con espacio, abriendo
el juego, tapando mano a mano, sufriendo los lanzazos de Rodri y animándose a
un tiro de arco a arco que dio en el vértice del travesaño y un palo. ¡Qué
susto, Pedro!
7, 80 puntos.
Fabián: Claro, cuando el equipo le responde el tipo se
siente Gardel. ¡Por eso se animó a la cucharita! Salvo algunos equívocos atrás,
el tipo se afincó en su lateral y supo de memoria lo que tenía que hacer. Y lo
hizo bien.
7, 30 puntos.
Marco: Algún que otro pifie defensivo, pero luego
desplegó su juego con fuerza y buenas definiciones. De menor a mayor. Y supo
levantar la sabiola.
7, 90 puntos.
Quiroga: Un regodeo de paredes, tacos y asistencias.
Contó con socios de alto rendimiento.
8 puntos.
Simón: La otra figura. Quiebres, enganches, toques
rápidos, gambeta, goles y absoluta libertad para hacer lo que quisiese.
Partidazo, Simón.
8, 40 puntos.
Presenciamos un cotejo desigual, pero muuuuuy
entretenido. De lo mejor que se ha visto este año.
Recomendaciones semanales:
Film: “Corazones abiertos” de Susanne Bier.
Libro: “A salto de mata”
de Paul Auster.
Música: “Fuente y caudal” de Paco de Lucía.
El cronista se despide con un fuerte abrazo.
Jorge: No sabía que te dedicabas a la animación infantil.
Autor: Nono.